El Banco de España, entre los sueldos multillonarios y el salario mínimo

Pablo Hernández de Cos (Madrid, 1971), gobernador del Banco de España, dijo en su primera comparecencia en el Congreso, a finales de octubre de 2018, que la subida del salario mínimo costará 150.000 empleos. El diario El País le ha preguntado si no le incomoda que el Banco de España no diga nada sobre los sueldos multimillonarios y se oponga a que el salario mínimo suba a 900 euros.

"Es que el Banco de España no se opone a la subida del salario mínimo. Se le ha preguntado si esta medida puede tener algunos efectos negativos y la respuesta es que sí los puede tener. Pero nosotros no somos quiénes para oponernos. Las decisiones las toman el Gobierno y el Parlamento. Lo que no puede ser es que solo se nos pida opinión cuando va a favor de obra. Asumo que el Banco de España tiene que tener una visión crítica de la política económica. Es nuestro papel y tenemos que jugarlo. Aunque no sea agradable al oído de muchos, tenemos que tener independencia de criterio y valentía para comunicarlo. No nos oponemos a nada, solo lo valoramos", dio por respuesta.

Un informe de la autoridad bancaria europea dice que hay 161 banqueros en España que cobran más de un millón de euros. ¿Sobre esto el Banco de España no tiene nada que decir?, le preguntaron también dos periodistas. Pablo Hernández de Cos respondió: "Son empresas privadas que deciden cómo retribuir a sus directivos. Nosotros vigilamos que sus incentivos estén alineados con las prácticas que consideramos adecuadas."

Con respecto a la economía, Pablo Hernández de Cos dice que no ve riesgo de recesión en la eurozona y aún menos en España pero el Banco de España admite que "el frenazo de la eurozona es mayor de lo esperado".

Preguntado sobre cómo puede afectar la inestabilidad política, dijo que su preocupación es que la incertidumbre política acabe "ralentizando las decisiones de política económica" que "todos sabemos que hay que tomar". Incluye en estas medidas: preparar las finanzas públicas para cuando llegue otra recesión, reducir el endeudamiento público y aprobar las reformas estructurales necesarias.

"Tenemos la sensación de que la fragmentación parlamentaria algún efecto ya ha tenido. No se ha reducido nada el déficit estructural en los últimos cuatro años, por ejemplo.", subrayó Pablo Hernández de Cos. @mundiario