La banca española presta 4.000 millones más de lo que el Gobierno inyectó en avales
El Gobierno de Pedro Sánchez optó por inundar la economía española con liquidez que, si bien no es inorgánica, podría generar pequeñas burbujas de deuda bancaria que a largo plazo se convertiría en una burbuja financiera similar a la hipotecaria de 2010, cuyos traumáticos efectos tras su explosión ya son muy bien conocidos en la nación ibérica.
El Ejecutivo aprobó en marzo el paquete de estímulo más alto en toda la historia española con un ambicioso monto de 200.000 millones de euros. La mitad de ese paquete fue destinado al sector bancario, pues la estrategia es generar crecimiento empresarial a través de la estimulación de la liquidez y los grandes créditos comerciales para procurar la sostenibilidad operativa de las empresas clave en el sector privado y en la economía del país.
Ya han pasado cinco semanas desde que el Gobierno anunciara la línea de avales de 100.000 millones a disposición de la banca para cubrir entre el 80% y el 60% de los créditos para autónomos, pymes y empresas afectados por la pandemia. Se trata entonces de un stock de capitales entre 60.000 y 80.000 millones de euros que se distribuirán como créditos a los emprendimientos y pequeños actores del sector privado que han ocupado un papel creciente en el mercado laboral al crear muchos empleos.
En la práctica, casi ha sido un mes (por los días festivos de Semana Santa) y, según el Ministerio de Asuntos Económicos, la banca ha inyectado 24.452 millones. Un total de 20.000 millones fueron inyectados a ese sector en avales públicos, pero la cartera fue sobregirada y ahora existe un déficit de más de 4.000 millones de euros cuyo origen es desconocido.
En el departamento dirigido por Nadia Calviño se refieren a los datos de meses anteriores “para hacerse una idea del esfuerzo de financiación que se está haciendo llegar con el aval del Estado por parte del sector financiero” y recuerdan que los 24.452 millones de euros prestados hasta ahora “superan a todo lo concedido por el conjunto del sistema bancario en febrero pasado, cuando los nuevos créditos ascendieron a 23.658 millones, según datos del Boletín Estadístico del Banco de España”.
Esto implica que el déficit se ubica en 4.452 millones que el Estado no proveyó y que pudieron haber salido de las carteras de liquidez, dividendos y rendimientos por swaps y otras operaciones combinadas del conglomerado de los grandes bancos españoles.
No obstante, en enero pasado, la banca prestó un total de 26.332 millones, según los datos del supervisor.
El Ministerio de Economía continúa afirmando que “hasta el momento, las entidades financieras han registrado en el Instituto de Crédito Oficial (ICO) un total de 187.006 operaciones de financiación, con un importe avalado de 18.767 millones, lo que supone una financiación total que ha llegado a las empresas por valor de 24.452 millones”.
Si se agregan los intereses que la banca deberá pagar al Estado, podría ubicarse esa cifra en unos 30.000 millones de euros.
Esta es la evolución de la línea de avales del ICO, a cierre del domingo, 26 de abril. A partir de ahora, Economía hará públicos los datos de los créditos concedidos dos veces por semana.
La cartera económica del Gobierno especificó que, si se desciende al detalle, el número de operaciones solo con pymes (pequeñas y medianas empresas) y (trabajadores) autónomos ascendió a 184.146, el 98,5% del total, por un importe avalado de 13.802 millones y una financiación definitiva, que ha llegado a sus destinatarios, de 17.267 millones.
Esto implica que la demanda de capital es mayor en los sectores mayoritarios del nivel social de la economía española, pues son los proveedores de empleo e ingresos básicos de subsistencia socioeconómica, dado que las pequeñas empresas proveen trabajos con remuneraciones básicas y los autónomos dependen de su actividad neta para generar ganancias rentables a su inversión en compra de mercancía.
Para el resto de empresas se han registrado 2.860 operaciones, con un importe avalado de 4.965 millones, cubierto por el Estado de media en el 69% de la operación, y se han financiado 7.185 millones de euros.
La importancia de la estrategia radica en que la financiación sea rentable para un Gobierno que no podría echar mano de su liquidez con la misma agresividad que tuvo al inyectar este paquete, pues el BCE y el Banco de España no se arriesgarían a profundizar el déficit de un Estado que ya arrastraba serias distorsiones fiscales de difícil y compleja resolución mucho antes de la llegada de la pandemia a territorio español. @mundiario
