La banca española especula con ahorros futuros de impuestos para salvarse
El Gobierno de Rajoy entra en su juego y podría facilitar que los bancos refuercen su capital con unos 28.000 millones. La banca también juega con la adjudicación de Novagalicia.
La nueva regulación bancaria internacional se conoce como Basilea III. Se orienta a elevar las exigencias de capital, pero la banca está ganando dos batallas, temiendo lo peor: una, que se dilaten en el tiempo las medidas, y dos, que se maquillen los requisitos. Al menos es lo que sucede con la debilitada banca española.
A día de hoy, la banca española sigue especulando con ahorros futuros de impuestos para salvarse, mientras que el Gobierno, inflexible para tantas cosas, está optando por entrar en el juego de los banqueros y podría facilitar que las entidades financieras refuercen su capital con unos 28.000 millones. Para ello, el Gobierno estudia crear una fórmula que le permita a las entidades contabilizar ahorros futuros de impuestos como recursos de primera calidad. Por si no llegase, la banca también juega con la adjudicación de Novagalicia Banco, debido al crédito fiscal que atesora.
Novagalicia, moneda de cambio
Novagalicia, convertida en una especie de moneda de cambio, podría aportar al menos 3.500 millones de capital fiscal al banco comprador, si el adjudicatario es una entidad española. Por el contrario, si es el fondo Guggenheim de Estados Unidos el comprador no tendrá tantos beneficios fiscales, lo cual favorece los intereses de Hacienda, que recaudará más, y de Galicia, que no perderá la identidad de su banco.
Los bancos quieren marcarle el territorio al Gobierno, indicándole plazos y criterios. Y parece que van ganando. Ahora exigen conocer la norma de los créditos fiscales antes de que se subaste Novagalicia por parte de Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
