Las artes menores también existen en la pesca

Barcos pesqueros de artes menores. / RR SS
Barcos pesqueros de artes menores. / RR SS
Los pescadores de artes menores tienen una representación más que notable en la comunidad autónoma de Galicia,  Canarias y el Mediterráneo.
Las artes menores también existen en la pesca

​Mientras la atención de algunos organismos internacionales se centra en los efectos que la falta de alimentos puede ocasionar en la población de los distintos países de África, los pescadores de bajura españoles, en concreto los artesanales de artes menores, que suministran a los ciudadanos de España pescado del día, se encuentran con muy serios problemas debidos a los efectos de la pandemia de coronavirus que azota al país entero en mayor o menor medida y de la que se benefician las grandes superficies comerciales.

Mientras, la Federación Nacional de pescadores artesanales FENAPA considera que hay quien saca provecho de esta anómala situación en un sector como el de la pesca de bajura considerado esencial para el abastecimiento de la población, extendiendo el miedo a la Covid-19 por su posible contagio a los pescadores y practicando actuaciones de amenazas, extorsión  y coacciones para que las embarcaciones no se hagan a la mar. Plantea sin ambages su decisión de continuar –como lo hace desde el primer día– pescando y vendiendo sus capturas a pesar de los problemas que para ello ponen las lonjas de primera venta y llaman a todo el sector a mantenerse firmes en su planteamiento de seguir pescando a la vez que demandan medidas a adoptar por las autoridades para que la actividad no decaiga por más que la pesca de altura y gran altura presionen, indica FENAPA, para reducir sus aportaciones.

Sin embargo los pescadores de artes menores, con una representación más que notable en la comunidad autónoma de Galicia,  Canarias y el Mediterráneo, se quejan del enorme grado de afectación para sus intereses provocado por el coronavirus que reduce prácticamente en un 95% los resultados económicos de este subsector de la pesca. Se quejan también de la falta de ayudas por parte de las distintas administraciones ante la actuación de las grandes superficies comerciales porque estas fijan precios a la baja que hacen irrentable salir a pescar. Afirman que dichas grandes superficies compran a su antojo, estableciendo ellas los precios a los lotes en venta  que posteriormente ofrecen al público a precios muy superiores, de hasta el doble o el triple del que pagaron a los pescadores en las pocas lonjas en las que realizan las pujas o subastas de pescado y marisco. 

Entre las reclamaciones  de estos pescadores figuran la realización de actuaciones decididas en materias como las cuotas de la Seguridad Social (que han subido), en los impuestos a las empresas pesqueras, las tasas portuarias, el combustible, el sostenimiento de las cofradías (prácticamente a expensas de armadores y pescadores de bajura), gastos por intervenciones de las gestorías, etc. Quieren que se autorice la venta directa de pescado y marisco desde las cofradías, único medio que tienen a su alcance para poder disputar a las grandes superficies esa prevalencia a la hora de fijar precios a las capturas porque, de esta manera, señalan, los propios pescadores podrían ejercer la venta directa a los pequeños suministradores y competir en calidad y precio con aquellos que, en la actualidad, obran a su antojo con el valor de la pesca. Son ayudas directas al pescador que benefician a estos sin que la administración pesquera realice la más mínima inversión. @mundiario

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