Argentina pide a Repsol que vuelva mientras que en el país latino YPF sufre un grave paro petrolero

YPF es la empresa argentina dedicada a la exploración, explotación, destilación, distribución y venta de petróleo y sus productos derivados. Propiedad del Estado argentino desde que la ahora expresidenta Cristina F. Kirchner decidiera en abril de 2012 enviar un proyecto de ley al Congreso para expropiar el 51% del patrimonio de YPF correspondiente a la española Repsol, quien por aquel entonces controlaba la mayoría del paquete accionario junto al grupo empresario argentino de la familia Eskenazi.

En febrero de 2014, tras dos años de complejas negociaciones, Repsol aprobó el acuerdo definitivo con el gobierno argentino para fijar la compensación por la expropiación del 51% de su filial YPF. Esta compensación se fijo en US$ 5000 millones que Argentina reconoció como indemnización por la confiscación de la petrolera realizada en 2012, y que serían cancelados con un paquete de títulos públicos, sin pagos en efectivo. Según informó Repsol en 2014, el acuerdo reconocía el derecho de la petrolera a percibir bonos del Tesoro por 5.000 millones de dólares y las garantías para su pago efectivo. Supuso, además, el desistimiento de ambas partes a llevar a cabo acciones judiciales.

Ahora, en 2016 y tras la victoria de Mauricio Macri, actual presidente de Argentina, y la salida del Cristina F. Kirchner, el gobierno de centroderecha pide a Repsol que vuelva. Así lo ha declarado el ministro de Hacienda y Finanzas Públicas de Argentina, Alfonso Prat-Gay, en su reciente visita a España. El ministro ha asegurado que "Repsol puede volver" al país, después de que se le expropiaran las acciones que poseía en la petrolera local YPF y reiteró la solicitud de "disculpas" a empresarios españoles por el "trato recibido" durante el Ejecutivo anterior.

Puede que esta petición del ministro de Hacienda y Finanzas Públicas de Argentina, Alfonso Prat-Gay, tenga que ver con la cruda realidad a la que se enfrenta actualmente YPF en Argentina. El pasado 11 de abril, la petrolera conducida por el Estado no acordó subir equipos, sino sostener los niveles de producción. Esto planteó el grave problema de que son los perforadores los que más trabajo generan, por lo que al decidir sostener los niveles de producción, hay 400 puestos laborales paralizados. Esto ha llevado a que los sindicatos de Petróleo y Gas Privado de Chubut y Santa Cruz y de Personal Jerárquico y Profesional de Petróleo y Gas Privado de Patagonia Austral iniciaran el pasado sábado 28 de mayo un paro que también ha comenzado a afectar la distribución de combustibles en la provincia de Chubut, en la Patagonia, donde se encuentra uno de los yacimientos de YPF en Argentina. El riesgo de abastecimiento que corre la región viene dado a que al bloqueo se ha sumado el sindicato de Camioneros a la planta de despacho de combustibles en Comodoro Rivadavia.

La empresa estatal ya ha denunciado que el paro petrolero en instalaciones localizadas en Chubut y Santa Cruz provoca a YPF pérdidas de más de un millón de dólares por día, en concepto de regalías y e impuestos. La empresa explicó también en un comunicado que el paro "afecta, además de 55 equipos de perforación y WO, el 40% de la producción diaria de YPF".

¿Se trata, la del ministro Alfonso Prat-Gay, de una petición de disculpas y un “Repsol puede volver” envenenado?