Argentina no soporta la recesión y cae en un nuevo 'default' parcial de su deuda

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El presidente de Argentina, Alberto Fernández / Sputnik News.
El país contrajo una descomunal deuda de 57.000 millones de dólares en un paquete de rescate que el entonces gobierno de Macri le solicitó en 2017 al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Argentina no soporta la recesión y cae en un nuevo 'default' parcial de su deuda

La otrora potencia económica de América del Sur, que en su momento estelar llegó a estar un peldaño por arriba del gigante regional Brasil, hoy ha vuelto a caer en un estado de regresión económica que va mucho más allá de su recesión de larga data, sus problemas fiscales, monetarios y financieros en el plano doméstico.

Argentina, la nación más austral de la convulsionada Sudamérica, no encuentra la luz al final de un túnel que desde hace una década se extiende en un intrincado camino de crisis políticas, negligencia gubernamental, demagogia, populismo e irresponsabilidad fiscal en la administración de las finanzas del Estado. Y es que el país se ha declarado este lunes en nuevo default parcial de su deuda externa, aunque no lo haya pronunciado explícitamente, pero la rendición del presidente Alberto Fernández a la presión de los acreedores internacionales y tenedores de bonos públicos argentinos ha hecho ceder a su gobierno una vez más en el corto tiempo que lleva en el poder tras suceder a ex presidente Mauricio Macri, quien dejó muchas o casi todas las facturas pendientes de Argentina con el mercado interno y el resto del mundo.

La crisis interna de larga data, el impacto económico del coronavirus y la premura de los tenedores de capital argentino desvanecieron la relativa tensa calma que se respiraba en el gabinete económico en la Casa Rosada. Con un decreto publicado a primera hora de este lunes, el Gobierno de centro-izquierda peronista de Alberto Fernández aplazó hasta 2021 el pago de varias emisiones de bonos que vencían a lo largo de este año.

Se trata de bonos en divisa estadounidense emitidos bajo legislación argentina y su importe ronda los 10.000 millones de dólares. "Esta decisión es parte del plan que trazamos para restaurar la sostenibilidad de la deuda", dijo el ministro de Hacienda, Martín Guzmán.

Argentina contrajo una descomunal deuda de 57.000 millones de dólares en un paquete de rescate que el entonces gobierno de Macri le solicitó en 2017 al Fondo Monetario Internacional (FMI). Su equipo se mostró confiado y el propio mandatario de derecha llegó a manifestar que el país saldaría esa deuda y lograría su reestructuración económica, pero las tensiones políticas, el temor de los inversores, las fugas masivas de capital y la devaluación del peso argentino frente al dólar echaron por tierra los planes de Macri hasta el punto en que tuvo que declararse en default y terminó su único período con una factura abultada de más de 378.000 millones de dólares en deuda externa.

Pero el panorama es hoy mucho más incierto. Y es que con la renegociación general de la deuda aplazada por la pandemia de coronavirus, que tiene a toda Argentina en cuarentena, el ministro de Hacienda Martín Guzmán parece mostrar la intención estratégica de reservar los escasos dólares de que dispone para el pago de los bonos que se atienen a la legislación extranjera, es decir, a los tenedores de bonos o acreedores radicados en Nueva York y que suscribieron los contratos de deuda con la Argentina bajo la ley y la jurisdicción financiera estadounidense.

Un default en esos bonos supondría la apertura automática de litigios y, probablemente, la irrupción de los llamados “fondos buitre” (los que invierten en deuda considerada impagable y buscan resarcimiento en los tribunales). Esto implica que se activarían las cláusulas de impago y los acreedores podrían remitir la deuda argentina a los compradores y gestores de fondos buitre para obtener ciertos rendimientos hasta luego llevar el conflicto a otro episodio de demandas y compensaciones en los tribunales norteamericanos. @mundiario

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