Siete años sin lograr la necesaria reproducción de la sardina en aguas de España y Portugal

La sardina escasea desde hace unos años
La sardina escasea desde hace unos años.

Se mantiene  en mínimos históricos y los nuevos juveniles no aportan el número necesario para hacer pensar en la más o menos próxima recuperación de una pesquería esencial para el sector pesquero de la península Ibérica.

Siete años sin lograr la necesaria reproducción de la sardina en aguas de España y Portugal

Desde 2012 no se ha logrado, en aguas de España y Portugal, un buen año de reproducción de la sardina ibérica o sardina pilchardus. Esta se mantiene  en mínimos históricos y los nuevos juveniles no aportan el número necesario para hacer pensar en la más o menos próxima recuperación de una pesquería esencial para el sector pesquero de la península Ibérica.

Este ha sido el motivo por el cual, coincidiendo con el fin de la campaña sardinal, catorce organizaciones medioambientalistas de España y Portugal se han dirigido -mediante una carta abierta- a la Comisión Europea y a los gobiernos ibéricos a los que, desde hace tiempo, vienen solicitando la celebración de reuniones para tratar la crisis que afecta a esa estimadísima especie. Tales peticiones no han sido atendidas, hasta la fecha, ni por España ni por Portugal, según afirman las propias organizaciones.

Para la flota española solo cabe, a estas alturas del año solicitar un cupo extraordinario al que poder acceder en las próximas semanas, y no hay ni el más mínimo indicio de que su petición vaya a ser atendida. Y aunque la pesca minoritaria de los xeiteiros se haya mantenido en Galicia, hay que recordar que la comunidad científica había recomendado no abrir este año la pesquería de la sardina debido a su mal estado, prácticamente en riego de extinción según vaticinios más que alarmistas en opinión de los pescadores.

Los datos científicos no dejan, no obstante, dudas al respecto: la abundancia de adultos de sardina se mantienen en mínimos históricos desde el año 2012 y los nuevos juveniles que deberían aportar más individuos no llegan. Es decir, no hay reclutamientos a causa de la inexistencia de una reproducción que garantice el futuro inmediato. Esto es lo que hace que los científicos recomienden  que no se capture sardina desde el Golfo de Cádiz hasta el Cantábrico occidental. Los medioambientalistas afirman que estas recomendaciones deben ser tenidas en cuenta y no solo porque la sardina sea un recurso pesquero que debemos mantener en el tiempo por razones socioeconómicas, sino también porque se trata de una importante pieza del ecosistema marino: la sardina es pieza fundamental para diversas especies de depredadores marinos que, al igual que ella, se cuentan en una situación desfavorable.

A pesar de ello España y Portugal acordaron, con el visto bueno de la Comisión Europea, una exigua pesca de 10.000 toneladas (hace 20/30 años era habitual pescar más de 100.000 toneladas anuales) con el objetivo de de conseguir una supuesta recuperación que lleve a la sardinas a ese anhelado 80% del mínimo saludable en el año 2023 (un objetivo de recuperación para la sardina del 80% en 2023 que parece inalcanzable). @mundiario

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