La Airef exhorta al Gobierno a diseñar un plan que garantice la sostenibilidad fiscal

Cristina Herrero. / Mundiario
Cristina Herrero. / Mundiario
España cerró 2019 con un déficit en el 2,8% del PIB, tres décimas más elevado que el año anterior pese al empujón del crecimiento de los últimos años.
La Airef exhorta al Gobierno a diseñar un plan que garantice la sostenibilidad fiscal

El gran objetivo de emergencia para el Gobierno español, además de reducir el impacto social, económico y sanitario de la pandemia de coronavirus, es recuperar la estabilidad fiscal que desde hace muchos años brilla por su ausencia en las cuentas públicas del Estado. La recaudación de impuestos ha mermado considerablemente debido a la caída del consumo, el shock sobre el mercado laboral y la desaceleración de los flujos de inversiones y grandes capitales que, al haber salido en masa del país durante la hecatombe financiera en las Bolsas de Wall Street y Europa, también cerraron un buen suministro de recursos fiscales para las arcas públicas.

Y es que en medio de este contexto se debe tener muy en cuenta que España se enfrenta a la crisis con un colchón fiscal limitado. Las reservas internacionales del país se estiman en 63.100 millones de dólares, pero las reservas fiscales aún tienen un porcentaje muy bajo con relación al PIB debido al déficit público de más del 3% y la deuda pública abultada hasta el 115% del PIB.


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Por ello, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ha instado este martes al Gobierno a diseñar ya una hoja de ruta que garantice la sostenibilidad de las cuentas públicas.

Esta medida ha sido planteada con el objetivo de garantizar una correlación de equilibrio fiscal entre el Gobierno y los flujos que capta para trasladarlos a la administración del organismo tributario, lo que podría mejorar la transparencia y el grado de rendición de cuentas (accountability) por parte del Estado en la gestión de los fondos que retornan por la vía tributaria al Ejecutivo y al Banco de España; un ciclo que, si es optimizado, podrá hacer más eficaz la administración de las pensiones y la cobertura de las demandas sociales de la población española.

“Debemos empezar a tener una visión a medio plazo y ya es necesario que haya una planificación presupuestaria que esté coordinada con la estrategia de recuperación que pueda fijarse”, ha reclamado la presidenta del organismo, Cristina Herrero, en su comparecencia en la Comisión de Reconstrucción del Congreso. “La incertidumbre que nos rodea no puede ser excusa para no iniciar esta tarea”, agregó.

España cerró 2019 con un déficit en el 2,8% del PIB, tres décimas más elevado que el año anterior pese al empujón del crecimiento de los últimos años. Esa brecha fiscal representa unos 39.200 millones de dólares con relación al PIB total de España, estimado en 1.4 billones de dólares. La crisis provocada por la Covid-19 lo disparará hasta niveles nunca vistos desde la anterior crisis financiera; la de 2009-2014 y luego la fragmentación del euro en 2014.

El Gobierno estima que para este año los números rojos del conjunto de las Administraciones públicas lleguen al 10,3% (11.000 millones de euros) y la deuda escale hasta el 115,5% del PIB (2,5 billones de euros). La Airef, por su parte, ha diseñado dos escenarios que podría revisar en el corto plazo a medida que se conozcan más datos ―uno más inofensivo, alineado con los cálculos del Ejecutivo, y otro que contempla un rebrote del virus en otoño―; en el peor de ellos el déficit se elevaría hasta el 14% (18.000 millones de euros) y el pasivo al 125% (1,5 billones de euros).

“La reducción de deuda que hemos hecho en los últimos años [en 2019 cerró en el 95,5%] ha venido dada por el diferencial entre los tipos de interés y el crecimiento económico, en ningún caso ha venido dada por la adopción de medidas”, ha señalado Herrero. La presidenta de la Airef ha recordado que “la actualización del plan de Estabilidad que el Gobierno ha enviado a Bruselas a finales de abril solo recoge las previsiones de déficit para este año, sin aventurarse en lo que podría pasar en 2021”.

“Estamos en un impasse en cuanto a la planificación presupuestaria que nos lleva a estar sin objetivos. Es cierto que tenemos unos objetivos para 2020, pero que ya han sido ampliamente superados y no tenemos objetivos reales y desde luego no sabemos cuáles serán las reglas fiscales para 2021”, ha alertado.

La clave para conocer si habrá estabilidad fiscal o no en el futuro cercano para España, es la velocidad y eficacia con la que el Gobierno revierta el déficit por lo menos en 1%, lo que le permitiría tener un margen de acción en un fondo de emergencia adicional con 10.000 millones de euros para así alimentar los tan urgentes Presupuestos Generales para el tercer y cuarto trimestre justo a las puertas del inicio del período de recesión aguda de la economía española en la era post-pandemia. @mundiario

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