¿Ahorrar realmente funciona?
Desde siempre se nos ha inculcado la premisa de que el ahorro nos garantiza una seguridad financiera que no podemos poner en riesgo. ¿Estamos seguros de ello?
Indiferentemente de nuestra profesión o nuestros objetivos en la vida, el ahorro progresivo tiende a ser una recomendación absoluta e incuestionable desde hace mucho tiempo. Las grandes riquezas se asocian con grandes ingresos y períodos de ahorro que dan forma a fondos que parecen respaldar la seguridad financiera de cualquier persona.
Sin embargo, el término de inversión a cobrado mucha fuerza e incluso le ha dado nuevos sentidos al ahorro debido a que la seguridad financiera también puede asociarse a el producto de las inversiones para las que pretendemos ahorrar con nuestro ingreso principal.
Generalmente, abrir una cuenta de ahorros en el banco para depositar cada cierto tiempo logra producir un alivio en quienes confían en los intereses de las entidades bancarias como si fueran una especie de acelerador de ahorros. ¿Funciona? Probablemente si, pero no es la única opción que podemos tomar en cuenta.
Al proyectar el dinero que acostumbramos a depositar en el banco por largos períodos en gestiones un poco más arriesgadas, pudiésemos estar ubicándonos un paso delante de cualquier adversidad económica que supere a nuestros ahorros. ¿Suena más inseguro? Si bien dedicarse a invertir demanda correr algunos riesgos, ninguno de ellos es más peligroso que aquel que corremos justamente por no querer arriesgarnos. @mundiario
