Descubre quién es el principal ganador en el negocio de las remesas
En un estudio hecho por el Banco Mundial en 2015, se estimó que unos 582.000 millones de dólares fueron enviados pero esta cifra palidece con lo que se verificó en los años 2017 y 2018.
Hay ciudadanos que salen de su país por períodos cortos de tiempo. Vacaciones o viajes de negocios pueden formar parte del itinerario pero la situación cambia radicalmente cuando el motivo es mejorar la calidad de vida.
No todos tienen la oportunidad de irse de su tierra con la garantía absoluta que todo irá bien. Al contrario, buscar una nueva oportunidad en una nación ajena es un salto de fe que traerá consecuencias para el grupo familiar inmediato y también tendrá su aporta para la economía mundial.
A raíz de esta situación, el Banco Mundial encomendó un estudio para saber cuál es el impacto del envío de ese dinero que sale de los bolsillos de las personas que dejaron atrás todo para renacer literalmente en otras fronteras.
Ese estudio salió a la luz en el año 2016 y fue hecho durante 2015 y lleva por nombre: Migraciones y Remesas, desarrollos recientes y perspectivas y lo que llama poderosamente la atención, no fue solo el número gigante que suma más o menos este fenómeno, 582.000 millones de dólares, sino además que en la fórmula, los beneficiados no sólo son esos familiares que recibo lo mucho o poco que les logran enviar. Por ejemplo, en Nepal para el momento del estudio, las remesas representaban 29.4 por ciento del producto interno bruto del país y no era el país con el mayor porcentaje, el podio lo completaban Tayikistán con el 37 por ciento y Haití con el 22.7 por ciento.
Tampoco fue el hecho que empresas como MoneyGram o Western Union se llevan una gran tajada de este negocio. Lo que me pareció realmente llamativo fue que para aquel año, el costo de una operación promedio de 200 dólares era de 7 por ciento que para ese entonces ya era una barbaridad porque los países acordaron cumplir con los Objetivos del Milenio, prometieron llevar esa cifra al tres 3 por ciento.
Hoy, cuatro años después de este estudio, la cifra se disparó hasta los 682.000 millones de dólares (2018) una cifra superior incluso a la media tomada en 2017 que llegó a los 633.000 millones, y con la plena certeza que sigue siendo un negocio redondo para todos aquellos que juegan con la necesidad humana.
Países como los ya mencionados y otros nuevos en la ecuación como Venezuela, otros tantos de América, África y Asia en medio de las crisis económicas y sociales que viven, seguirán alimentando estos números hasta convertirlos en guarismos imposibles de escribir en una sola línea de una hoja en blanco. @mundiario
