5 + 1 trucos para ahorrar con la tarjeta de crédito sin renunciar a sus ventajas

Billetes de euros. / 123rf.com
Billetes de euro. / 123rf.com

Cuotas de mantenimiento, intereses por las compras aplazadas, comisiones por sacar dinero... ¿Qué debemos saber para ahorrar con la tarjeta de crédito y no renunciar a sus ventajas?

 

 

5 + 1 trucos para ahorrar con la tarjeta de crédito sin renunciar a sus ventajas

Cuotas de mantenimiento, intereses por las compras aplazadas, comisiones por sacar dinero... ¿Qué debemos saber para ahorrar con la tarjeta de crédito y no renunciar a sus ventajas?

 

Las cifras oficiales del Banco de España revelan que en 2014 había 43,24 millones de tarjetas de crédito en circulación en nuestro país. No hay duda de que los “plásticos”, ya sean de crédito o de débito, se han convertido en uno de los medios de pago más habituales que hay, tanto por su comodidad como por su versatilidad. De hecho, las tarjetas tienen cada vez más funciones y ya no sirven únicamente para pagar en un comercio o sacar dinero. Ahora, pueden utilizarse para pagar una compra por Internet, conseguir un descuento al repostar carburante o disponer de dinero rápido haciendo un traspaso del crédito de la tarjeta a la cuenta.

Sin embargo, las tarjetas de crédito llevan asociados toda una serie de gastos que, en muchas ocasiones, hacen que nos preguntemos si realmente salen a cuenta. Intereses por las compras aplazadas, cuotas de emisión y de renovación, comisiones por sacar dinero… Pero ¿podemos disfrutar de una tarjeta de crédito y que nos salga completamente gratis?

Estrategias para reducir el coste de las tarjetas de crédito

A continuación, seis trucos para ahorrar y evitar los gastos asociados a una tarjeta de crédito sin renunciar a ellas:

1- Pagar a final de mes sin intereses: la mayoría de las tarjetas de crédito ofrecen dos modalidades de pago: el pago a final de mes y el pago aplazado. La primera opción consiste en cobrar en una fecha concreta, normalmente a final de mes o a principios del mes siguiente, el importe total de las compras efectuadas con la tarjeta en un único cargo. Esta modalidad de pago está exenta de intereses. Es decir, se paga únicamente lo que se haya gastado. La opción del pago aplazado consiste en fraccionar el importe gastado en varios meses, pagando un porcentaje o una cuota mínima cada mes junto con unos intereses. Utilizando el pago a final de mes nos ahorraremos los intereses, que pueden acabar encareciendo considerablemente la factura.

Aplazar las compras al 0 % de interés
Si queremos pagar nuestras compras a plazos, hay tarjetas que ofrecen la posibilidad de fraccionar las compras durante un período breve de tiempo (entre un mes y medio y tres meses) con un interés del 0 %.

 

2- Revisar el contrato: cuando se solicita una tarjeta de crédito, esta lleva establecida por defecto una de las dos modalidades de pago mencionadas anteriormente. Es importante revisar el contrato para saber qué opción de pago lleva asociada nuestra tarjeta antes de usarla, para no llevarnos una sorpresa a final de mes.

3- Aprovechar los descuentos en compras: una de las principales ventajas de las tarjetas de crédito es la posibilidad de ahorrar en compras. Hay descuentos de todo tipo: en carburante, en comercios electrónicos, en tiendas físicas… Hay tarjetas que, incluso, devuelven un tanto por ciento del importe de todas las compras. Es interesante conocer el funcionamiento de estas promociones y aprovecharlas para ahorrarnos un "pellizco" cada mes.

4- Evitar las cuotas de emisión y de mantenimiento: hoy en día disponer de una tarjeta de crédito gratis es muy fácil, ya que son muchos los bancos que no cobran ni por su emisión ni por su mantenimiento, sobre todo los bancos online, así que ya no hace falta pagar por ellas. Hay bancos que pueden aplicar una comisión de hasta 40 euros por emitir una tarjeta, así que si nos podemos ahorrar la comisión, mucho mejor.

Cuidado con las tarjetas que únicamente son gratis el primer año
Muchos bancos publicitan sus tarjetas como gratis, haciendo creer al cliente que están exentas de cuotas de emisión y de mantenimiento, cuando en realidad sólo son gratis el primer año y el resto o bien hay que pagar por ellas o bien para que sean gratis hay que realizar un gasto mínimo.

 

5- Vigilar con los cajeros: sacar dinero a crédito tiene un precio, incluso si se saca desde un cajero perteneciente a la entidad emisora del “plástico”. Si tenemos que sacar dinero, lo mejor es utilizar la tarjeta de débito, que está vinculada al saldo de la cuenta asociada y con la que se puede retirar efectivo gratis en los cajeros de la entidad. Sacar dinero a crédito puede acarrear una comisión de hasta el 5 % con un mínimo que puede alcanzar los 4 euros.

6- Cuidado con los traspasos de efectivo: muchas tarjetas de crédito ofrecen al cliente la posibilidad de traspasar efectivo de la tarjeta a la cuenta. Si se necesita liquidez urgente, puede ser una alternativa a tener en cuenta, pero la operación tiene un coste. Un ejemplo: Banco Santander  cobra un 3 % con un mínimo de 3 euros por la operación, según se especifica en su libro de tarifas.

En caso de necesitar dinero urgente, vale la pena analizar las distintas posibilidades que nos ofrece el mercado. Si el importe necesario es bajo, podemos comparar el coste de los minicréditos con el del traspaso de crédito de la tarjeta y valorar qué sale más a cuenta. Y si se necesita un importe más elevado, se pueden valorar otras opciones que posiblemente resulten más económicas como los préstamos personales o los anticipos de nómina, aunque en ese caso el proceso de recepción del dinero será más lento que acudir a un cajero y traspasar dinero a crédito a nuestra cuenta corriente. 

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