El 27% de los afiliados a la Seguridad Social han sido afectados por despidos o un ERTE

España. / RR SS.
Sede del Ministerio de Seguridad Social español / eleconomista.es
Las regiones del país más afectadas son aquellas en las que el turismo tiene un peso mayor sobre su economía: Baleares, Canarias, la Comunidad Valenciana y Andalucía.
El 27% de los afiliados a la Seguridad Social han sido afectados por despidos o un ERTE

El impacto social de la pandemia del coronavirus en España se ha visto reflejado en la enorme cantidad de trabajadores y ciudadanos laboralmente activos totalmente excluidos de la reducida actividad económica que queda por el shock que supuso el confinamiento derivado del estado de alarma. La Seguridad Social está hoy más comprometida que nunca por los despidos masivos y los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo).

Y es que el 27,2% de los afiliados a la Seguridad Social ha sufrido las consecuencias del coronavirus en el mercado laboral, según publicó este miércoles el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE).

Esta situación implica que los pocos circuitos de consumo que restan son aquellos que están alimentados por la demanda y los ingresos que captan de los flujos de capital generados por el segmento de la población española que ha migrado al teletrabajo, un lujo que no todos los ciudadanos pueden darse por dos factores clave: o no poseen las habilidades profesionales, técnicas o académicas que se requieren para desempeñar un trabajo virtual para alguna empresa, o simplemente no cuentan con la infraestructura básica de conexión a Internet o un ordenador que les permita trabajar desde la comodidad de su sala o su habitación.

Este porcentaje es el resultado de la suma de los nuevos parados, trabajadores afectados por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) y los autónomos con prestación extraordinaria por cese de actividad. Solo en los meses de marzo y abril (el estado de alarma comenzó a mitad de marzo) contabilizan 5,25 millones de afectados, algo más de un cuarto de los afiliados que había antes de la emergencia sanitaria, según el informe del organismo.

Por lo tanto, esa masa laboral ha entrado en un proceso de desgaste socioeconómico que se ha vuelto muy difícil de revertir para el Gobierno, pues son cada vez más las peticiones que presionan al alza la demanda de subsidios por desempleo.

“Este indicador permite realizar un análisis más amplio del impacto de la covid-19 en el mercado laboral que el que se basa únicamente en las cifras del paro”, recoge el documento.

Y las regiones del país que más sufren son aquellas en las que el turismo tiene un peso mayor sobre su economía: Baleares, Canarias, la Comunidad Valenciana y Andalucía. En los dos archipiélagos, por ejemplo, el porcentaje de afectados laboralmente por el coronavirus supera el 40% de los afiliados. La industria turística supone en ambos territorios un tercio de su PIB y, además, es más dependiente de la llegada de turistas extranjeros. Entre las autonomías que muestran mejor resistencia están Navarra, Aragón y Castilla-La Mancha, de acuerdo con los datos esbozados en el informe.

La paralización indefinida de la industria turística ha representado el primer gran impacto totalmente palpable que la economía española no veía como consecuencia de una recesión desde la crisis de 2009-2010. Es ahora cuando el sistema de Seguridad Social enfrenta el que tal vez sea el reto más grande en la historia del Estado; evitar un colapso social y económico por la vía del financiamiento al consumo a través de los subsidios.

Así, “la especialización sectorial es lo que explica las diferencias en el impacto de la crisis sobre el mercado de trabajo”, según el IVIE. “Sectores como la hostelería o las actividades artísticas, recreativas o de entretenimiento han sufrido caídas muy fuertes en marzo y abril, mientras que las actividades sanitarias y los servicios esenciales han aumentado su empleo un 6,3%”, detalla el reporte. @mundiario

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