Hasta 2023, la economía española no logrará volver a donde estaba en 2019

Nadia Calviño. / RR SS
Nadia Calviño. / RR SS
La OCDE, que prevé una caída del PIB de España del 11,6% en 2020 y un aumento del 5% en 2021, se coloca en línea con las previsiones de la Comisión Europea. Las previsiones del Gobierno de Pedro Sánchez son algo más optimistas pero no encuentran seguidores fuera de España.
Hasta 2023, la economía española no logrará volver a donde estaba en 2019

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) suavizó la caída del PIB de España en 2020 pese a la segunda ola  de la pandemia y mantuvo el crecimiento en 2021, si bien empeoró las previsiones del Gobierno al situar España como el país rico con peores perspectivas tras la Covid-19. Así, pues, la OCDE corrige a la vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño, y prevé que el PIB en España vuelva a caer en el cuarto trimestre. La también ministra de Economía descarta que el PIB sea negativo en el cuarto trimestre del año.

El PIB de España registró una variación trimestral del 16,7% en el tercer trimestre y batió expectativas, con lo cual la variación interanual del PIB mejoró y se situó en el -8,7%, frente al -21,5% del trimestre precedente. Para entendernos mejor, antes del primer descalabro, el PIB estaba en positivo, en el 1,7%, y ahora quedó en el -8,7%, todavía en una zona de acusada recesión. En la recesión anterior –años 2012 y 2013–, el PIB había caído hasta el -3,1%, lo cual puede dar idea del alcance de la crisis actual.

En línea con la Comisión

Hace ahora casi un mes, la Comisión Europea consideró también que España será el país más afectado por la crisis económica en este último trimestre del año y le alentó a usar los mecanismos que la UE ha puesto en marcha para combatirla.

Según las previsiones de Bruselas, la economía española se contraerá un 12,4% en total al cierre del año 2020, el peor dato de toda la UE y peor que el 10,9% a la baja que figuraba en las previsiones de verano.

A España no le bastará con la vacuna y con dos años de crecimiento ininterrumpido –5% el año que viene; 4% el siguiente– para regresar al nivel de PIB previo a la pandemia; es decir, según la OCDE, España necesitará llegar hasta 2023 para volver al punto de partida.

Expectativa gubernamental

Todo esto quiere esto decir que las vacunas no evitarán que la economía despida 2022 aún 3,5 puntos porcentuales por debajo del nivel de actividad que mostraba al cierre de 2019, cuando –en ausencia de la pandemia– el debate giraba en torno al ritmo de crecimiento futuro y no sobre el tamaño de la recesión. La expectativa gubernamental dice que la economía española crecerá un 9,8% en 2021.

Según datos del Banco de España, la deuda pública subió en casi 120.000 millones desde finales de 2019 hasta septiembre de este año ante las necesidades de financiación que causó la pandemia y la repentina caída de la actividad por los sucesivos confinamientos. Pero los reproches de la Comisión Europea sobre los desequilibrios económicos que arrastra España van más allá e incluyen, a su vez, el rápido incremento del paro juvenil –por encima del 40%– y su desconfianza en el crecimiento del PIB previsto, lo que en la práctica supone que está cuestionando las previsiones de ingresos de los Presupuestos Generales del Estado, ya que una cosa depende de la otra.

En definitiva, la Comisión Europea mantiene a España en el grupo de 12 países que merecen estar bajo la lupa del ejecutivo comunitario por sus desequilibrios macroeconómicos.

Previsiones sin fundamento

Una cosa es que haya nuevos Presupuestos Generales del Estado y otra que el actual proyecto de ley para 2021 tenga sentido. Los ingresos previstos no se sostienen en pie. Con menos PIB no se puede recaudar más, salvo que se haga una reforma fiscal. Y menos, 10.000 millones más, solo en IRPF 8.000 millones más. Bruselas no lo dice de manera tan clara pero lo insinúa.

Ahora, la OCDE prevé que tras el “fuerte rebote” del tercer trimestre de este año llegará una contracción en este tramo final del año, en el que las restricciones afectan a la restauración y el comercio en varias comunidades autónomas. Después vendrá un rebote “gradual” en el que “el repunte en el consumo privado se verá limitado por una recuperación incompleta del mercado de trabajo y un alto ahorro previsional”. @mundiario

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