The Mandalorian ¿Un buen final de temporada?
A través de 8 capítulos, Favreau presenta la tercera temporada de la serie protagonizada por Pedro Pascal y el pequeño Grogu. Esta última entrega se vio plagada de rumores sobre posibles cameos y un mal recibimiento de la audiencia ante un despliegue lento de la trama. Estos comentarios se justifican si se compara con sus predecesoras, pero el cierre demostró todo lo contrario.
Los finales de temporada de las dos primeras entregas resultaron sorprendentes y llenas de acción. Esta última tenía muchas expectativas que llenar, pero ¿no hay mayor enemigo de Star Wars que sus propios fans? Se esperaba un cameo nivel Luke Skywalker y la presentación de nuevos personajes, pero fue todo lo contrario.
El gran trabajo de los directores
Si bien la tercera temporada no mantuvo la acción como sus entregas pasadas, se enfocó más en el desarrollo de personajes secundarios que poco a poco fueron ganando el cariño de los fanáticos y se convirtieron en piezas clave, tal es el caso de Bo-Katan y Paz Vizsla, quienes no son personajes trascendentales, pero se convirtieron en referentes importantes para la franquicia a través de esta serie.
Una vez desarrollada la historia, parece que la serie intentó dar coherencia y continuidad a las películas de J. J Abrams, y lo logró de una forma majestuosa a través de pequeños detalles que aportaron a la trama y no fueron simples easter eggs.
La suma de estos elementos son el resultado de alguien que ama el universo de Star Wars como Jon Favreau y Dave Filoni. Ambos directores y productores de la serie mostraron su capacidad para presentar un producto fresco y novedoso para los fanáticos de La Guerra de las Galaxias.
El capítulo 24, titulado El retorno, logra dar un gran final de temporada en tres actos: resolución del problema, una gran batalla y un final, a manera de conclusión. Pareciera simple, pero narrativamente es loable.
En siete capítulos previos al gran final, se presentaron datos e historias que parecerían estar sueltos o ser irrelevantes, pero se resuelven en el gran final.
Los aciertos de The Mandalorian
Din Djarin, protagonista de la serie, pasó de ser un frío cazarrecompensas a un papá preocupado por su hijo y aprendiz: Baby Yoda. A la par, se vuelve a reunir una de las tribus más importantes para el universo de Star Wars, los mandalorianos, que luchan contra un enemigo en común: Moff Gideon.
No sólo hay que rescatar la narrativa que visualmente se mantiene fresca, pero al más estilo Star Wars. Peleas con sables, disparos láser, batallas en naves espaciales y armaduras sorprendentes.
Las secuencias de acción comienzan desde el primer instante, se refuerza con la gran actuación de Giancarlo Esposito como el gran villano a vencer y Katee Sackhoff como líder del pueblo Mandaloriano.
La fórmula de este final es básica, pero dejó un gran sabor de boca. Se concluyó la historia que se planteó desde un principio, se vió la evolución de los personajes y se puede entender si no eres fanático de las películas. Cumple su propósito, presentar un cazarrecompensas galáctico que cambia su vida cuando queda a cargo del cuidado de un bebe. @mundiario
