Vettel logra la pole en Singapur ante el descalabro de los Mercedes que vuelven al mundo real

El alemán ha logrado la primera pole para Ferrari desde 2.012 mientras los Mercedes se han tenido que conformar con la quinta y sexta plaza a un segundo y medio.
El alemán ha logrado la primera pole para Ferrari desde 2.012 mientras los Mercedes se han tenido que conformar con la quinta y sexta plaza a un segundo y medio.
En la Fórmula 1 moderna donde los dólares han ido matando el romanticismo de los circuitos históricos, hay curiosas excepciones que labran su propia historia. Así en un campeonato que ha ido perdiendo citas emblemáticas como Nurburgring, Hockemheim, Imola o Estoril, por hablar de las más recientes, los “tilkódromos” apenas han logrado hacerlos olvidar. Una máxima que parece incumplirse en Singapur, donde “pese” a ser una criatura más del omnipresente Herman Tilke, el espectáculo siempre está garantizado.
Y no sólo porque se trate de una carrera nocturna, en un circuito urbano y un trazado de alta velocidad, si no porque a lo largo de todas sus ediciones siempre han surgido sorpresas. Los cambios de temperatura en el asfalto que implican el hecho de que la carrera comience poco después del atardecer, consiguen que haya escuderías a las que se les atragante la carrera, mientras que otras resucitan de forma sorprendente.
Caras nuevas
Tras el severo correctivo aplicado en Monza por las escuderías propulsadas por Mercedes, en la clasificación de Marina Bay hemos asistido a lo contrario. Por primera vez en toda la temporada sólo dos monoplazas con motor Mercedes lograban meterse entre los diez primeros en la tercera sesión de libres. Una sesión que dejaba primero y segundo a los dos Ferrari, y a un sorprendente Alonso que lograba colocar su Mclaren en séptima posición. Una séptima plaza de ley a 0,1 segundos de Rosberg, sí una décima, no me he liado con las comas.
Las alarmas empezaban a sonar con fuerza en el box de los chicos de la estrella, mientras todo el paddock no dejaba de especular con una posible estrategia de los germanos. Entretanto el resto de las escuderías no iluminadas por la estrella se frotaban las manos ante la oportunidad que se les estaba presentando. Incluso en Red Bull, que pese al palpable desencanto con su motor Renault, veían como sus monoplazas peleaban de tú a tú con Ferrari
Fuego real
En la Q1, los presagios empezaban a confirmarse, Vettel sobrevolaba el Marina Bay sin necesidad de utilizar el compuesto blando. Los Mercedes padecían con las duras, teniendo que recurrir al compuesto blando, que no les permitía acercarse a menos de un segundo de Vettel. Mientras tanto McLaren empezaba a bajarse de la nube, y no sin sufrimiento lograban colocar a sus monoplazas en la Q2.
En la segunda tanda, Vettel volvería a dejar claro que el que quisiese ganarle tendría que correr. Utilizando su primer juego de blandas, rebajaba la pole del año anterior en un segundo, dejando la apuesta bien alta para los Mercedes. Hamilton se mostraba incapaz de enjugar ese segundo, y las comunicaciones de radio dejaban bien claro que no había farol. Por detrás Sainz, que mejoraba a cada vuelta, pecaba de un exceso de fogosidad golpeandose levemente contra el muro, cuando mejoraba ocho décimas su mejor tiempo. Un accidente que sacaba las banderas amarillas en la última parte de la sesión privando de seguir soñando a Alonso, que quedaría eliminado.
Otro nivel
En la Q3 parecía claro que o bien los Mercedes se habían pasado con el farol, o les iba a tocar sufrir de verdad. Con el semáforo verde todos los monoplazas salían a pista, todos menos Vettel. El alemán, esperaba para salir el último, consciente de que los focos le estarían apuntando, consciente de que podía hacer historia. En el primer intento ya quedaba claro que no había farol y que algo está pasando en Mercedes. Hamilton no lograba superar la quinta plaza, asumiendo que esta vez la batalla estaría entre Ferrari y Red Bull. En el segundo intento se repetía el guión, Vettel esperaba hasta el final para salir, mientras el resto de pilotos aspiraban a acercarse a su tiempo estratosférico. Ricciardo lograba acercarse a poco más de dos décimas, seguido por Raikkonen y Kvyat. Tras ellos Hamilton y Rosberg a más de un segundo.
Faltaba Vettel por llegar, con la pole en el bolsillo cuando volaba por el primer sector, podría permitirse el lujo de abortar la vuelta. Una decisión sensata que serviría para resguardar la mecánica y los neumáticos. Una decisión sensata que impediría el mayor placer del ser humano, la venganza. Así el alemán espoleaba el Ferrari, sabiendo que además de victoria, habría escarnio. Las heridas de toda la temporada son muchas y muy profundas, y las oportunidades de resarcirse demasiado escasas. A su llegada lograba ser el único piloto en rodar en 1:43, dejando a los dos Mercedes a 1,5 segundos. Dándoles a probar una ración del amargor que suelen dejar en sus rivales.
Otra carrera
Y a pesar de todo sólo hablamos de la pole, este domingo será la carrera, y posiblemente todo cambiará. Marina Bay no engaña a nadie, el coche de seguridad ha salido en todas las ediciones, por lo que el resultado puede variar mucho. Habrá que prestar mucha atención al rendimiento real de los Mercedes en carrera tras el fiasco de la clasificación. Un fiasco que podría tener las causas en la dificultad de encontrar la puesta a punto con las nuevas presiones de neumáticos impuestas por Pirelli.
Para los españoles queda la esperanza de puntuar, Sainz pendiente de los daños que ha sufrido su coche tras el accidente, y Alonso a merced del rendimiento que pueda exprimir de su McLaren. Ahora tocaría hablar de Merhi, pero su talento no ha sido suficiente para superar los millones aportados por los patrocinadores de Stevens y el debutante Scott. Por ahora Scott ya ha logrado algo que Merhi no había hecho hasta ahora, primera tanda con el coche y primer accidente.