Tokio 2020 fue el debut y despedida de Laurel Hubbard como atleta trans

Debut y despedida. Mucha expectativa se generó alrededor de la participación de Laurel Hubbard, atleta oriunda de Nueva Zelanda y practicante de halterofilia, en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Lo resaltante de su participación es que se trataba de la primera mujer trasgénero en llegar a una cita olímpica. 

Críticas hubo desde que se oficializó su admisión para participar en los Juegos, es más el Comité Olímpico Internacional fue criticado y cuestionado por su decisión, desde el lado de las atletas femeninas se especulaba con que Laurel tendría ventaja por su género de nacimiento, mientras que desde el lado masculino los deportistas también criticaban su participación ya que consideraban que ciertamente iba a tener más ventaja de las damas. 

Pero llegó el momento de la verdad, Laurel Hubbard participó en la esperada prueba de levantamiento de pesas, categorías +87 kilogramos, pero para sorpresa de propios y extraños, la neozelandesa de 43 años no pudo ejecutar los tres intentos de arrancada en la competición y quedó eliminada de la prueba.

¿Por qué fue sorpresa? Hubbard se había preparado para esta prueba con la firme convicción de no solo hacer historia por su condición, sino porque ya había logrado imponerse en otras pruebas similares, incluso ostenta un segundo lugar en el Campeonato Mundial de Halterofilia en 2017, sin embargo en la cita olímpica no pudo completar la arrancada. 

Laurel Hubbard, atleta transgénero en halterofilia. /  Twitter @dwnews

Tras ese fallo, la participación de Hubbard fue más fugaz de lo esperado y su paso por la cita olímpica en tierras niponas quedará como una anécdota, sin embargo, lo que ha llamado la atención ahora es que Laurel estaría considerando retirarse definitivamente del deporte. 

Su camino a Tokio

Ya en 2018 Hubbard ya había considerado retirarse, participó en los XXI Commonwealth Games en la categoría 132 kilos,  pero al levantar la barra se dislocó el codo izquierdo y el retiro apareció como una opción, sin embargo, tras someterse a evaluaciones médicas se comprobó que no se rompió ningún ligamento, comenzó su proceso de recuperación y volvió a competir. 

Participó en los Pacific Games 2019 donde obtuvo medalla de oro y repitió el resultado en la Copa del Mundo de Roma en 2020. Con estos resultados y tras comprobarse que sus niveles de testosterona en sangre eran los permitidos para competir en la categoría femenina recibió la aprobación de la Federación Internacional de Halterofilia y por ende aseguró su pasaje a Tokio.

Una participación fugaz

"Somos humanos y, como tal, espero que con sólo estar aquí sea suficiente para lograr un mejor entendimiento de la comunidad trans", declaró Hubbard tras finalizar su participación en la prueba de halterofilia. 

Asimismo, no dudó en agradecer al COI y al Comité Organizador de Tokio 2020 por haberle permitido participar en el certamen: "A medida que avanzamos hacia un mundo nuevo y más comprensivo, la gente empieza a darse cuenta de que las personas como yo son sólo personas".

Sin duda su participación en las presentes Olimpiadas marcarán un antes y un después en una justa deportiva, el debate acerca de la admisión de atletas trans en próximos eventos seguirá siendo tema de debate, al día de hoy las opiniones siguen polarizadas, entre los que están de acuerdo y quienes no, también se ha propuesto una categoría especial para deportistas trangéneros, pero esta alternativa es considerada discriminatoria. @mundiario