La Superliga Europea se cargaría a los mismos equipos que ganan sus ligas

Jugadores de la Juventus celebran el más reciente Scudetto. / Twitter
Jugadores de la Juventus celebran el más reciente Scudetto. / Twitter

Equipos aplastantes como la Juventus, PSG o Barcelona, todos ya campeones de sus países esta semana, se pegarían un tiro en el pie si aprueban y crean esta competición internacional.

La Superliga Europea se cargaría a los mismos equipos que ganan sus ligas

El proyecto de una Superliga europea merodea el mundo futbolístico desde hace algunos meses. La idea de agrupar a la crema y nata del continente en una sola competición para dejar en el olvido las ligas domésticas se ha presentado como la revolución futbolística más importante que se recuerda en años. No obstante, los mismos equipos que se relacionan a su organización son los mismos que se pegarán un tiro en el pie por ganarse unos millones de más. ¿Por qué?

Pues primero porque por muy jugosos que sean los premios, lo cierto es que para los aficionados, que al final de cuentas son quienes sostienen el negocio, los partidos de un torneo con el concepto de inter países como el de la Liga de Campeones les empezará a parecer aburrido. Es decir, lo divertido de un partido de Champions es ver equipos de distintas ligas competir entre sí, puesto que después de esos dos partidos (sea la fase que sea, siempre son dos partidos entre sí) lo más probable es que no se vuelvan a enfrentar hasta en un par de años. Muchos habrán disfrutado de ver la liga online un partido como el Liverpool-Barcelona del miércoles no se celebraba desde hacía más de 10 años, y pasarán años antes de que vuelva a haber un AC Milán-FC Bayern, por mencionar dos partidos entre equipos de historial europeo. Hacer una superliga de fines de semana con los cabezones de las ligas europeas hará esos enfrentamientos una cuestión cotidiana y eventualmente será aburrida. Un Juventus-Manchester United terminará siendo dentro de poco tan histórico y legendario como un Atlético de Madrid-Celta de Vigo, con el perdón de ambos.

Y segundo, pero más importante, es el estado anímico de los jugadores. Pónganse a pensar, hay equipos que le apuestan todas sus fichas a la liga doméstica, como la Juventus o el Bayern. Estos equipos, junto tal vez con el Barcelona, ganan religiosamente su liga todos los años sin mayores complicaciones y en muchas ocasiones es lo único que ganan, de hecho. Entonces, ¿qué pasa si renuncian al único título que tienen garantizado casi desde inicios de temporada por lanzarse a una en la que por ser más competitiva no tienen nada seguro? ¿Cuánto aguantarán los jugadores acostumbrados a ganar el poder pasar unos dos o tres años con las manos vacías?

Pero no es solo cuestión de que no ganen ellos, sino que un mismo equipo lo gane todo. Crear una liga para los más grandes de Europa puede representar el nacimiento de una dinastía, que es poco probable por el nivel de los equipos competidores pero tampoco puede descartarse. ¿Se imaginan que el Liverpool gane tres o cuatro de estas ligas de forma consecutiva? ¿Qué cara pondrían esos jugadores acostumbrados a ser los dominadores con el Bayern, Juventus o Barcelona y ahora se verán como los dominados? Pronto, esos futbolistas se podrían ir a China o alguna liga menor como la MLS, frustrados porque se les quitó su estatus de súper estrellas para ser simples mortales que terminan temporadas sin ganar nada, y que son también las únicas competiciones que pueden pagarles lo que se merecen pese a ese nuevo estatus. @mundiario

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