Sebastian Vettel hace sonar las campanas de Maranello tras ganar en Malasia

Sebastian Vettel celebra su primera victoria con Ferrari/eurosport.com
Sebastian Vettel celebra su primera victoria con Ferrari. / eurosport.com

El piloto alemán devuelve a Ferrari a la senda de la victoria mientras en Mercedes empieza a escucharse ruido de sables a poco que las cosas dejan de funcionar.

Sebastian Vettel hace sonar las campanas de Maranello tras ganar en Malasia

El piloto alemán devuelve a Ferrari a la senda de la victoria mientras en Mercedes empieza a escucharse ruido de sables a poco que las cosas dejan de funcionar.

Hace dos semanas estaba todo muy claro, Mercedes había ganado el mundial, y el resto eran comparsas. Tras la carrera de Malasia, todo parece haberse dado la vuelta, y de repente parece que hay mundial, los Ferrari han vuelto, o al menos eso era lo que gritaban en el box de la Scudería al finalizar la carrera. Lo visto en esta carrera admite múltiples lecturas, según tengamos dispuesto el nivel de suspicacia. Y es que en fórmula 1 pocas veces se dan puntadas sin hilo, y estos últimos 15 días han sido muy moviditos.

Así, tras el humillante rodillo pasado por los Mercedes en Australia, numerosos equipos alzaron la voz de alarma, ante la falta de competitividad de las carreras. Curiosamente los más beligerantes han sido los Red Bull, amenazando con abandonar la competición en caso de que no se tomen medidas. Y, ya es casualidad, de repente los Mercedes dejan de correr, y no sólo eso, incluso se contagian de la gestión de carrera de los Williams con una serie de decisiones desastrosas.

La salida

La salida de Malasia venía marcada por una clasificación pasada por agua que dejaba a Raikkonen, undécimo y a Sainz en la decimoquinta plaza, como los mayores damnificados. Por delante Lewis Hamilton con toda la pista por delante, seguido de Vettel y un contrariado Rosberg. Tras ellos los Red Bull, que con agua parecían cubrir sus defectos, en un puesto que pronto se demostraría superior al que merece el monoplaza.

Al apagarse los semáforos comenzaba la carrera siguiendo el guión habitual, Hamilton se iba en solitario, mientras que por detrás Vettel y Rosberg tenían sus más y sus menos. Finalmente el de Ferrari lograba mantener la segunda plaza. Por detrás lío de monoplazas con roces y toques durante la primera vuelta. Y cuando ese tipo de cosas suceden, los “pupas” de la parrilla se llevan su parte, así Maldonado y Kimi acababan con un neumático pinchado. Especialmente sangrante el caso del finlandés, ya que tenía que hacer una vuelta completa con el neumático dañado, al pinchar en la entrada a meta.

Safetty car

En la vuelta 5 sucedía algo que cambiaría la carrera, Marcus Ericsson perdía el control del Sauber y se quedaba empanzado en la puzolana. Tras lo sucedido en Japón, Charlie Whiting decidía no correr riesgos, y sacaba el safety car. En ese momento se desataba la locura en el pit lane, con todos los equipos más empeñados en meter a sus monoplazas que en utilizar el cerebro. Así Mercedes decidía meter a sus dos monoplazas a la vez en un doble pit stop, y en un órdago de escándalo montaban el compuesto más duro. Mientras tanto en Ferrari, quien lo diría, alguien empezaba a pensar y dejaban a Vettel en pista. Una decisión que supondría la clave para la victoria.

Y es que un coche empanzado sin piezas esparcidas no requiere mucho tiempo, así sólo 2 vueltas después la carrera se relanzaba. Tanta precipitación pillaba a muchos despistados, sin siquiera haber contactado con el paquete. La conclusión era bastante sencilla, Vettel rodaba primero, con Hamilton 6º y Rosberg 9º, dejando en evidencia la estrategia de Mercedes. Y eso que Hamilton estaba “on fire” y en sólo 4 vueltas lograba superar a todos los rivales que Vettel le había dejado por el medio. Lo que nunca llegaría a superar serían los 10 segundos que el alemán amasó en esas 4 vueltas. Y es que a partir de aquí destacaría la gran virtud del Ferrari, con una escasa degradación de neumáticos que le permitirían utilizar el compuesto blando durante mucho más tiempo.

Cuestión de ritmo

Tras doce vueltas la renta de 10 segundos de Vettel parecía exigua, sobre todo si lo que viene detrás es un Mercedes con Hamilton enfadado. Sin embargo lo que no sabía el bueno de Lewis, es que Vettel tenía un as en la manga. Así el alemán era capaz de sacar grandes tandas de tiempos sin degradar los neumáticos, algo que el Mercedes de Hamilton no podía superar. Debido a ello, Vettel lograba acabar la carrera con tan sólo dos paradas, y un compuesto de duros, mientas que Hamilton pararía dos veces, y tendría que usar dos veces el compuesto duro.

Pero mal haríamos si pensásemos que todo ha sido una cuestión de suerte, ya que por detrás Raikkonen se empeñaba en demostrar que el Ferrari de este año ya no es un camión. El finlandés, pese al pinchazo del inicio, a la vuelta lenta y a quedar cortado en el pelotón del safety, lograba llevar su Ferrari a la cuarta plaza con una solidez pasmosa. Como pasmoso resultaba el hecho de ver a Vettel encaminarse hacia la victoria doblando a los dos Red Bull a cuatro vueltas del final.

Spanish F1

Alonso? Bien gracias, 22 vueltas y a casa, tampoco era cuestión de cansarlo tras la recuperación. Por su parte Button era capaz de dar alguna vuelta más, hasta la 42, hasta que se veía obligado a parar. El lado bueno  es que el monoplaza parece haber encontrado una línea de mejora que al menos les permite rodar con el pelotón, abandonando el fantasma de una humillante lucha con los Manor. Lo malo, es que ya van dos carreras perdidas, y los problemas de fiabilidad parecen no remitir.

Para los otros dos españoles las cosas irían mucho mejor, en el caso de Merhi una carrera bastante tranquila, que le permitía acabar de forma meritoria la carrera con el Manor. Un monoplaza que hasta hace sólo cuatro semanas estaba desmontado y acumulando polvo. Una buena noticia para Manor, tras el jarro de agua fría que supuso no poder sacar a pista el coche de Stevens por un problema en la bomba de gasolina.

Sainz por su parte lograba realizar una brillante carrera tras el inoportuno chaparrón que le dejaba sin opciones el viernes. Así el madrileño partiendo desde la decimoquinta plaza, lograba una meritoria octava posición, que le llevaba de nuevo a los puntos. Una buena remontada cimentada en una estrategia a dos paradas, controlando el desgaste de los Pirelli, que le permitía darse el gustazo de acabar por delante de los Red Bull.

Dura resaca

Pese a estar en la segunda carrera del mundial han empezado a saltar las alarmas en algunas escuderías. En Mercedes, la vida ha dejado de ser maravillosa, y el oculto objetivo de lograr el pleno de victorias ha quedado en el olvido. Lo peor, el monumental enfado de sus pilotos por haber recibido una estrategia a todas luces errónea, y el primer síntoma de debilidad en 2 temporadas. Para Red Bull la temporada empieza a convertirse en una pesadilla, al verse superados de forma sistemática por su escudería filial, algo que no sucedía desde 2008, con un tal Vettel en Toro Rosso. De McLaren podo más hay que decir, en su mundo, haciendo la pretemporada en las carreras y celebrando que el coche ya no se rompe tan pronto.

Pero si hay un equipo para el que la resaca va a ser dura, ese es Ferrari, la Scudería vuelve a celebrar una victoria casi dos años después. Una victoria que ha hecho saltar la euforia entre los italianos, que no dudan en afirmar que “han vuelto”. Maurizio Arrivabenne era el objetivo de todas las bromas, tras afirmar en pretemporada que dos victorias serían geniales, pero que con cuatro se pasearía descalzo 100 km por Maranello. Quedan tres Maurizio…

Clasificación del Gran Premio de Malasia
1º Sebastian Vettel (Ferrari)
2º Lewis Hamilton (Mercedes)
3º Nico Rosberg (Mercedes)
4º Kimi Raikkonen (Ferrari)
5º Valteri Bottas (Williams)
6º Felipe Massa (Williams)
7º Max Verstappen (Toro Rosso)
8º Carlos Sainz (Toro Rosso)
9º Dani Kvyat (Red Bull)
10º Daniel Ricciardo (Red Bull)
11º Roman Grosjean (Lotus)
12º Felipe Nasr (Sauber)
13º Sergio Pérez (Force India)
14º Nico Hulkemberg (Force India)
15º Roberto Merhi (Manor)

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