San Iker y el poste evitaron el hundimiento del Real Madrid en Alemania
Un Borussia ‘low cost’ estuvo a punto de cargarse el enésimo megaproyecto de Florentino Pérez, lo que prueba que en el Real Madrid algo va mal. O algo pasa.
Una vez más el madridismo se encomendó a Casillas y éste acudió al rescate, encargándose de demostrar quién es el número uno en la portería blanca y, entre sus paradas y un fallo incomprensible a puerta vacía de un armenio de nombre imposible, el Real Madrid acabó clasificándose para las semifinales de la Champions, después de pedir la hora desde mediada la primera parte del encuentro.
El equipo de Ancelotti se presentó en Dortmund dispuesto a defender el resultando conseguido en la ida, empleando el sistema que más le gusta al técnico italiano: todos atrás bien pertrechados, con el culito apretado, y pendientes de lanzar algún pelotazo arriba por si sonaba la flauta y la pescaban sus velocistas. Por ello provoca hilaridad recordar ahora la penúltima promesa de Florentino Pérez a principio de temporada cuando aseguro que el Real Madrid de Ancelotti iba a enamorar.
En el partido del Signal Iduna Park se volvió a ver al Madrid que sufre y es incapaz de plantar cara a equipos de categoría, tal y como le ha sucedido en la liga española cuando se enfrentó a Barça y Atleti. Y así, ante una caricatura del Borussia de la temporada pasada, que en la actual se encuentra a veinte puntos del líder en la Bundesliga, recibió un severo correctivo que, probablemente, se olvide en un par de días tras haber conseguido una agónica clasificación para seguir optando a ‘la Décima’, la pamema a la que se agarra el madridismo una temporada más.
