La salida de tono de Griezmann enciende todas las alarmas y apunta a Simeone

El Atlético no acaba de arrancar este año.
El Atlético no acaba de arrancar este año. / RRSS

El internacional francés del Atlético de Madrid Antoine Griezmann acabó completamente desquiciado tras el partido ante el Leganés y expresó su malestar con el pobre juego de su equipo.

La salida de tono de Griezmann enciende todas las alarmas y apunta a Simeone

"Hemos jugado muy mal. Si seguimos así vamos a pelear por el descenso. Hay que espabilar porque esto se nos va de las manos sinó y hay que seguir trabajando y empezar ya a ser nosotros mismos." Estas fueron las palabras que Griezmann dijo nada más terminar el partido frente al Leganés en Butarque que terminó con empate a cero y en el que al delantero colchonero apenas le llegaron balones en condiciones. Una salida de tono en toda regla, inoportuna en tiempo y forma para la mayoría, pero que al mismo tiempo refleja cierto hartazgo y preocupación de muchos aficionados atléticos. Una parte significativa de la afición colchonera que empieza a cuestionar si el ténico argentino hace bien en alinear de inicio y de forma sistemática a cuatro mediocentros frente a equipos que se atrincheran con diez jugadores atrás y apenas pasan de medio campo.

Unas sorprendentes y quizá desmedidas declaraciones las del internacional galo que al mismo tiempo contrastan con la falta de autocrítica y el conformismo de Diego Simeone en su rueda de prensa, donde no quiso polemizar con las palabras de Griezmann. Simeone se limitó a señalar que en su opinión lo único que le falta a su equipo es materializar las ocasiones y afinar la puntería. Fue el propio Simeone el que antes de empezar la temporada dijo que a este Atlético se le podía exigir más. Aunque después de esas declaraciones no se sabe si se refería a que había que exigir más precisión en la finalización o más bien se refería a que se le podía exigir más ambición en el planteamiento inicial y otro tipo de alineaciones contra equipos que se cierran y renuncian al ataque. 

Todo el mundo sabe que Griezmann este verano ha tenido varias ofertas de equipos muy importantes y las ha rechazado. Todo el mundo sabe que Griezmann ha renunciado a mucho dinero y una mayor repercusión mediática para seguir siendo el buque insignia del Atlético de Madrid. Y aunque seguramente el delantero galo se haya equivocado en tiempo y forma, es lógico que Griezmann quiera salir a ganar contra la mayoría de equipos de La Liga. Es justo que Griezmann de alguna manera le haga ver a Simeone que del mismo modo en que él ha confiado en su proyecto, el técnico argentino también debería confiar más en el potencial ofensivo del que dispone y potenciar a su buque insignia un poquito más, en vez de salir tan solo con dos atacantes de inicio contra equipos que defienden con diez jugadores dejándole tan aislado y desasistido. Porque Simeone tiene seis atacantes, léase el propio Griezmann, Gameiro, Carrasco, Gaitán, Torres y Correa, un potente y variado arsenal al alcance de muy pocos, pero de momento insiste en salir de inicio con solo dos de ellos. Y es lógico que ante tal panorama ultraconservador del técnico argentino, un jugador como Griezmann, un ganador como Griezmann pueda acabar bastante desquiciado como tras el partido ante el Leganés.

Simeone puede permitirse muchas cosas porque se lo ha ganado con su brillante trayectoria y su compromiso como técnico colchonero. Simeone puede permitirse probar y equivocarse las veces que sean necesarias para hacer los ajustes oportunos y revertir la situación. Pero lo que no puede permitirse Simeone a estas alturas es recrearse en la equivocación y tropezar con la misma piedra. Lo que no puede permitirse Simeone es falta de ambición y de autocrítica. Simeone tampoco puede permitirse seguir en la misma línea y no hacer ningún cambio con el potencial ofensivo del que dispone. Y sobretodo, Simeone no puede permitirse que parte de su afición y el propio Griezmann dejen de creer en él. Porque eso es precisamente lo que él mismo está alimentando con sus planteamientos. Y Simeone no puede permitirse perder a Griezmann.

 

Comentarios