Respuesta al artículo de MUNDIARIO sobre el atraco de Milán en la Champions

Sorteo Champions League. / uefa.com
Balones de Champions.

"Lo de Milán tan solo fue el punto álgido, la gota que colmó el vaso o, como yo lo califico, el robo del siglo.  Pero puestos a denunciar injusticias o 'robos deportivos' hagámoslo mejor de forma completa, sincera y veraz", dice este autor.

Respuesta al artículo de MUNDIARIO sobre el atraco de Milán en la Champions

"¿Por qué el Atlético de Madrid sigue sin denunciar "el atraco de Milán" en Champions?". Así tituló su último articulo en MUNDIARIO Alejandro Guimaraens, el coordinador de la sección de Deportes del citado diario digital de opinión global a través de su blog y su cuenta de twitter "Bajarlaalpasto". Un artículo que en menos de 24 horas ha suscitado mucha controversia y se ha convertido en lo más visto de esa prestigiosa web.

Al tratarse Alejandro Guimaraens de un buen amigo mío, una bellísima persona y culé acérrimo donde los haya, por alusión (indirecta y sutil pero cazada al vuelo por un humilde servidor) y a petición suya admitiendo pistas al final del citado artículo, me veo en la obligación moral de responder para que tanto él como el resto de aficionados conozcan la opinión de un atlético sobre lo que yo califiqué como "el robo del siglo en Milán".

En primer lugar quiero agradecer a mi amigo Alejandro que haya sido tan educado, generoso y benevolente al decir que el mundo del fútbol sigue sin entender como el Atlético de Madrid  y cito  "se coloca de perfil tras sufrir el segundo robo en tres años", porque al recordar esa infausta final mi mente imagina una posición corporal mucho más indigna y primitiva para expresar de forma gráfica la práctica de vejaciones, deportivas, claro está, en este caso en concreto.

Por otra parte creo que sería justo dejar al margen de esta crítica a la plantilla y cuerpo técnico del Atlético de Madrid, porque además de haberse esforzado al máximo en el terreno de juego como hacen siempre que defienden la rojiblanca, no son en modo alguno responsables de ese agravio y poco más podían hacer en aquellos momentos, además de aplaudir a la mejor afición del mundo, la colchonera, la fetén, y dejar escapar alguna que otra lágrima, seguramente fruto de su propia rabia y frustración al ver como se consumaba semejante atraco.

Quiero felicitarte, apreciado amigo Alejandro, por la brillantísima, mordaz y tronchante descripción de tamaña ignominia y sacrilegio futbolístico de la final de la Champions de Milán. Ni en siete vidas hubiera podido hacerlo mejor que tú ya que comprenderás que el simple recuerdo de tan aciago día inhabilita por completo mi sentido del humor y la sátira. Y por eso te agradezco enormemente que tú si hayas podido hacerlo de un modo tan espléndido y rutilante.

De todas las hipotesis que planteas como el posible motivo de tan misteriosa inacción por parte de la directiva del Atlético, creo que la primera, la de los chanchullos y tejemanejes del presidente de la entidad Enrique Cerezo y Miguel Ángel Gil Marín, es sin duda, en mi humilde opinión, la más lógica y factible.  Ya que bien sea por inacción o por coacción, ellos son los responsables de la gestión del club en los despachos y los que deberían velar para que el Atleti sea un club respetado por todas las instituciones del mundo del fútbol. Para que reciba un trato justo y equitativo en comparación con el resto de equipos.

Pero como creo firmemente que una verdad a medias puede ser peor que una mentira o en el mejor de los casos insuficiente a largo plazo, como la maravillosa afición colchonera ha sufrido tantas y tantas veces incontables cacicadas a cual más vergonzosa y sonrojante...¿Por qué deberían Cerezo y Gil Marín  (léase "la pareja cómica") denunciar simplemente "el robo del siglo en Milán" y detenerse ahí?

¿No deberían denunciar enérgicamente también el resto de agravios por el bien del club y su afición para que no sigan produciéndose en el futuro de una forma tan sistemática y flagrante?

Léase aquí el propio formato del sorteo de la Champions que cada vez nos recuerda más a los trileros callejeros de la bolita y no engaña ni al tato. Léase aquí también el escandaloso arbitraje sufrido por el Atlético de Madrid en la ida de los cuartos de final en el Camp Nou frente a tu querido FC.Barcelona donde, entre otras cosas, fue agredido en dos ocasiones de forma clara y flagrante sin que su autor, Luís Suárez, viera sanción alguna ni en el terreno de juego ni en los despachos (aunque reconozco y aplaudo los esfuerzos de tu club contra el canibalismo endogámico). Léase también la impunidad de los escupitajos, patadas y puñetazos, seis veces solo en la temporada pasada oiga, de Cristiano Ronaldo además del resto de agresiones y no-expulsiones de Ramos y Pepe. Léase también los horarios de la Liga de  Javier Tebas, donde tan solo prima lo económico cuando se perjudica deportivamente al Atlético, mientras que cuando se trata de los intereses deportivos de Madrid y Barça lo económico pasa a un segundo plano de forma evidente y susodicho personaje no tarda ni un segundo en bajarse los pantalones ante los dos de siempre. Léase también el deleznable y vomitivo doble rasero arbitral que sufre jornada tras jornada el Atlético de Madrid en la Liga española, donde siendo el quinto equipo que menos faltas ha cometido el pasado curso, ha sido el equipo al que más tarjetas han señalado. Y léase también por qué al Atlético le han concedido la pírrica cifra de dos penaltis en la pasada Liga cuando le han birlado unos diez a cual más claro, mientras que a tu equipo, el Barça, el que se ha llevado el título, le han señalado una veintena, diez veces más, "casi ná"...

Por todo esto, apreciado amigo Alejandro, creo no exagerar cuando digo que lo de Milán tan solo fue el punto álgido, la gota que colmó el vaso o, como yo lo califico, el robo del siglo.  Pero puestos a denunciar injusticias o "robos deportivos" hagámoslo mejor de forma completa, sincera y veraz.

Y cuando lo hagamos te pido que, por favor mi estimado amigo, dejemos al margen de nuestras críticas a la incomparable y maravillosa afición colchonera, cuyo único pecado ha sido, es y será siempre amar los colores rojiblancos con toda su alma, más allá de la razón y la fe. @el_cholista 

> Este artículo también ha sido publicado en la web del autor ATMNetworld

 

Comentarios