El Real Madrid debe analizar la tragedia deportiva del Barça

Zinedine Zidane, entrenador del Real Madrid
Zinedine Zidane, entrenador del Real Madrid. / Instagram
El histórico repaso del Bayern Múnich sobre los culés debe llamar a la reflexión a la cúpula madridista, pero en particular a Zinedine Zidane.
El Real Madrid debe analizar la tragedia deportiva del Barça

El mundo todavía está atónito por el repaso histórico que recibió el FC Barcelona en los cuartos de final de la UEFA Champions League ante el Bayern Múnich. No es un asunto menor, porque hay recordar los azulgranas se han ganado por derecho propio un lugar privilegiado en la élite, gracias a un período de más de diez años donde han ganado más de treinta títulos. 

Lamentablemente para el Barça, ese el ciclo victorioso fue enterrado por el 2-8 que le infligió el campeón de la Bundesliga en la capital lisboeta. Era algo que se veía venir, porque los síntomas aparecieron hace años, primero con Luis Enrique, después con Ernesto Valverde y finalmente con Quique Setién. Todos ellos más protagonismo a la vieja guardia, que tantas noches de gloria le brindó al barcelonismo y el resultado fue el mismo desde 2016.

Atlético de Madrid, Juventus, Roma y Liverpool le mostraron el camino a seguir a Hans-Dieter Flick: aislar a Messi y mantener una presión muy alta. El resultado fue empeorando con el paso de los años, hasta terminar en la debacle absoluta  del Estadio Da Luz, una jornada que ha servido para que muchos madridistas le recuerden al eterno rival todas las jocosas burlas que sufrieron tras el 2-6 y el 0-5 en el Santiago Bernabéu, sin embargo más allá de las risas de los últimos días, lo que ha vivido el Barcelona en las últimas horas debe servir de reflexión.

Zidane tiene que verse en el espejo de lo ocurrido en el vestuario blaugrana. El fútbol europeo es un deporte de máxima exigencia que no permite descuidos y mucho menos cuando te enfrentas a rivales de la categoría del Bayern. Sergio Ramos, Luka Modric, Toni Kroos, Karim Benzema y Marcelo han ayudado a aumentar la leyenda merengue en España y en el resto del planeta, pero debe quedar clara la necesidad de encontrar los reemplazos oportunamente, porque todos ellos están en la recta final de sus brillantes carreras.

Una situación que no ha ocurrido en la capital catalana. Se fue Dani Alves y desde entonces Sergi Roberto junto con Nélson Semedo han sido unos laterales bien irregulares que provocan una saudade eterna por aquellos tiempos ,cuando el brasilero era el amo y señor de esa posición. Después del retiro de Xavi, se creía que Arthur Melo era finalmente el indicado para suplir al de Terrasa, pero Bartomeu lo utilizó para maquillar las cuentas en una maniobra de ingeniería financiera, con la conchupancia de la Juventus, pero lo peor de todo fue el episodio de la huida de Neymar, que concluyó con los ruinosos fichajes de Ousmane Dembélé y de Philippe Coutinho.

Para colmo de males, Josep Maria Bartomeu creó un monstruo es prácticamente imposible de dominar. Lionel Messi manda más que nadie dentro y fuera del campo, pero además su influencia ha provocado que entre él y otros miembros destacados de la primera plantilla sean responsables de que el club gaste el 84% de su presupuesto en salarios, como lo informó en 2017 El País.

En lo estrictamente deportivo el talento del diez argentino se ha ido quedando solo y ya viene dando muestra de que en las instancias verdaderamente importantes, el crack no aparece. No se mostró en el Calderón en los cuartos de final de la UCL 2016, tampoco en el Camp Nou contra la Vecchia Signora en 2017, en el Olímpico de Roma en 2018 brilló por su ausencia y en los dos últimos años tanto en las pesadillas de Anfield Road como en la capital lisboeta el sudamericano fue prácticamente invisible.

El modelo de Messi y diez más se agotó. Los títulos locales y los Balones de Oro han ayudado a llenar de millones su cuenta bancaria con cada renovación, pero estos gestos para mantener contento al crack, no han servido para aumentar el número de trofeos europeos desde hace tiempo. Bartomeu necesita hacer una limpia legendaria, pero como lo advirtió MUNDIARIO el máximo ejecutivo de la entidad lo tendrá que hacer sin dinero y con la necesidad de primero vender antes de poder fichar. 


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La Champions es lo más importante

Ganar LaLiga fue una gran alegría para el madridismo, pero para nadie es un secreto que el verdadero premio gordo del fútbol es la Champions League. Ese trofeo marca realmente quiénes son los mejores. El Real Madrid se alzó en el torneo de la regularidad apoyándose en el liderazgo de Ramos, en los goles de Karim y en la seguridad de Thibaut, pero todo esto fue insuficiente ante el Manchester City de Guardiola.

Probablemente viendo todo lo que ocurrió ante los citizens, Zizou parece que está rectificando el rumbo y ya pidió que Martin Odegaard se convierta en el primer refuerzo de cara a la venidera campaña. Con el poco dinero que hay disponible, lo mejor será echar mano del recurso humano que todavía está disponible como Ferland Mendy y Sergio Reguilón, que ha hecho un excelente trabajo en el Sevilla todo el año.

La fórmula es sencilla, hay que evitar a toda costa convertirse en el nuevo AC Milan o caer en la tentación de dejarle todo al mesías de turno y que en un abrir y cerrar de ojos todo se derrumbe. El trabajo de reconstrucción de la plantilla madridista comenzó con la salida de Cristiano Ronaldo hace dos años, pero Zidane necesita tomar decisiones con algunas de las vacas sagradas o con alguna estrella que no justifique su salario,  para evitar un desastre como el azulgrana.

El futuro del Real Madrid está en los pies de Vinícius Júnior, Rodrygo, Odegaard, Takefusa Kubo, Éder Militao y Fede Valverde, más el aporte de jóvenes veteranos como Casemiro Varane y Courtois  y con algún fichaje fuera de serie (quizás el de Mbappé en 2021). Todos ellos deben liderar el proyecto deportivo para volver a lo más alto tan pronto como sea posible, es decir levantando la Champions número 14 y las que sigan. @mundiario

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