La presión al Barcelona para no fichar a Griezmann está a nada de estallar

Antoine Griezmann, jugador del Atlético de Madrid. / Archivo Mundiario.
Antoine Griezmann, jugador del Atlético de Madrid. / RR SS.

Exjugadores, directivos actuales y jugadores han perdido la emoción por su llegada y la situación se puede salir de control pues la llegada del jugador es inminente.

La presión al Barcelona para no fichar a Griezmann está a nada de estallar

Antoine Griezmann estará empezando a arrepentirse de su gracia de haber mantenido en vilo al Barcelona el año pasado para terminar quedándose en el Atlético de Madrid. Y es que en el Camp Nou son muchos los que no quieren saber absolutamente nada del delantero francés. Algunos, como el exjugador Edmilson o el exjugador Carles Rexach, aseguran que el futbolista no tiene espacio pues lleva años jugando en la misma posición de Messi; otros, como el expresidente Joan Laporta, explica que no se le puede fichar porque la gente sencillamente no lo quiere y, encima, su precio es desorbitante. Algunos, como Víctor Font, candidato a presidir el club, no perdonan que haya tratado al equipo como juguete y hasta los haya bateado con un documental (La Decisión), dejando en ridículo a jugadores y dirigentes que habían bendecido su llegada el verano pasado.

Y el mismo jugador está consciente de ello. Ya hace unos días, al ser abordado por su traspaso a Cataluña, dijo que estaba al tanto de "los sacrificios que conllevará". Con ello no hablaba solo de su alto sueldo (17 millones el año pese a que a nivel de clubes apenas ha ganado algo), sino también de que los jugadores y la afición culérs no le quieren, sencillamente así. Sondeos de varios medios indican que menos de un 50% aprueba su llegada.

De igual forma, sabe que en el vestuario podrían recibirle cordialmente, pero hasta ahí. Si el año pasado Lionel Messi y Luis Suárez bendijeron su llegada en repetidas ocasiones, ahora ya no quieren ni hablar de él, literalmente. "No voy a hablar de Griezmann", dijo el capitán del equipo en vísperas de la final de la Copa del Rey contra el Valencia. Aquello llegó luego de que el diario Sport publicara que los principales cabecillas del vestuario estaban en contra de que se fichara al francés. Sus palabras no negaron aquella información, un golpe ya bastante duro de alguien como Messi, a quien nunca le ha gustado dar titulares a la prensa que no sean por su rendimiento.

Lo cierto es que ni jugador ni directivos pueden hacer mayor cosa en este momento. Ninguno puede revelar a dónde irá a parar y tienen que hacer lo posible por mantener el semblante. Si llegan a un acuerdo ya tendrán tiempo de planear una estrategia para detener la hemorragia. No será fácil, pues el club tendrá que explicar por qué fichó a un jugador que se mueve por donde Messi y que ya el año pasado ridiculizó al club enfrente de todo el mundo, literalmente.

Como sea, la cuestión es que el acuerdo es casi inminente y eso hará que unos y otros tengan que agachar la cabeza y hacer frente a una unión que, visto lo visto, no convence a nadie. Griezmann será del Barcelona y el club vivirá un inédito caso de haber sido humillado por no poder ficharlo y de volver a ser humillado por ficharlo. @mundiario

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