El periodismo deportivo, de hermana pobre a protagonista de la escena
Las estrechas sinergias entre el deporte y los medios de comunicación provocan que de su complejidad emane un “matrimonio de intereses”. Se lo explicamos desde MUNDIARIO.
La comunicación deportiva proyecta valores de marca, estilos y conductas. Sus principales actores constituyen fuentes inagotables de noticias que encuentran en los diversos colectivos su máximo exponente de actualización.
Pero… ¿a qué se debe esta forma de percepción social, esta necesidad de identidad?
Si nos remontamos a sus orígenes, la comunicación deportiva existe desde que se descubrió la competición. La proyección social desde el origen de los juegos es una muestra de su importancia y del gran interés que despierta su difusión. A lo largo de su proceso evolutivo, amparado en numerosas ocasiones por la religión o las instituciones militares o Gobiernos, alcanzó su máximo esplendor en la antigua Grecia, donde su práctica reflejaba innumerables valores que recogerían posteriormente los romanos con su eterna premisa mens sana in corpore sano.
En los siglos posteriores se sigue favoreciendo el desarrollo de este tipo de actividades, cuya práctica además de para entrenar y divertirse se utiliza también con otros fines tales como entretener a la población en momentos de la Historia desfavorables.
El siglo XX, clave
Ya en el siglo pasado, y de la mano de los avances tecnológicos, el deporte alcanza un mayor grado de difusión, lo que permite cubrir secciones deportivas amplificando su radio de influencia. Aunque de inicio, la retransmisión de estas noticias venía favorecida por informadores aficionados, poco a poco se fue palpando en la sociedad una necesidad incipiente de periodistas especializados. La comunicación deportiva requiere un alto grado de especialización, ya que el comunicador no debe solo retransmitir aquello que ve, sino profundizar más allá, debe tener una visión global que abarque conocimientos y herramientas que le permitan informar más allá de una simple convocatoria o resultado.
Cuando estas importantes figuras comienzan a aparecer en el panorama deportivo español, la comunicación deportiva deja de estar en un segundo plano para ser la protagonista de la escena.
Años en los que el deporte alcanza su máximo esplendor y portadas y publicaciones destinadas a recoger estas prácticas, posibilitan su expansión.
Valores y costes
Liderazgo e innovación, precedido del estudio de la gestión económica. Nuevas fórmulas, publicidad y marketing unidos con el objetivo de rentabilizar al máximo un área en auge, lo que nos hace plantearnos, ¿están los valores por encima de los costes?
La profesionalización del sector ha traído como consecuencia una mayor disciplina en los agentes implicados, siendo conscientes de que la imagen de marca es lo que realmente confiere valor. Imagen y proyección de marcas, intangibles detectados e identificados por los colectivos.
A través de los medios de comunicación se transmiten mensajes directos al público, mensajes que apelan directamente a sus sentimientos. La identificación con los colores de un equipo, las marcas asociadas a la publicidad de actividades o a la propia imagen de jugadores responden a criterios emocionales y por lo tanto subjetivos.
Como decía Maquiavelo, “pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos".
Hoy en día, el deporte, los medios de comunicación y por ende la publicidad, son un tandem inseparable que desencadena tal afición social que provoca llenos en las peluquerías para imitar el corte de pelo de algunos futbolistas. La incidencia a través de los medios favorece la creación de “un estilo de vida”.