La paralización del fútbol en España, otra amenaza para la continuidad de Javier Tebas

Estadio Abanca Riazor. / Mundiario
Riazor. / RCD

Ante una reclamación del Numancia, Competición instó a la Secretaría General de la Federación a estudiar la ampliación de dos plazas en Segunda. Se abre así una vía de salida a la crisis que puede colapsar no solo la Segunda, sino también la Primera, ya que falta un equipo para disputar la promoción.

La paralización del fútbol en España, otra amenaza para la continuidad de Javier Tebas

La paralización del fútbol en España se ha convertido en otra amenaza para la continuidad de Javier Tebas, cuya figura no puede ser más controvertida al descubrirse que no solo tiene empleado a su hijo en el Fuenlabrada –miembro de la patronal que preside– sino que él mismo negoció un suculento contrato de asesoramiento con el mismo equipo madrileño.

Si LaLiga no busca un gran acuerdo para desbloquear la extraña situación creada, la estrategia jurídica del Deportivo de La Coruña puede colapsar no solo la Segunda División, sino también la Primera, al no saberse cuál puede ser el tercer equipo equipo que asciende. Sin duda, una peculiar manera de gestionar la llamada mejor liga del mundo, que contrasta con la buena voluntad de la Federación. De hecho,. ante una reclamación del Numancia, Competición ya instó a la Secretaría General de la Federación a estudiar la ampliación de dos plazas en Segunda. Se abre así una vía de salida a la crisis que puede colapsar no solo la Segunda, sino también la Primera, ya que falta un equipo para disputar la promoción.

De entrada, el Deportivo de La Coruña baraja todas la hipótesis en su afán de contribuir a resolver el bloqueo del fútbol español –paralizado– y, a la vez, defender sus legítimos derechos. Según ha sabido MUNDIARIO, su mejor opción –"la más deseada"– sería un acuerdo político, que no perjudique a nadie, lo que pasaría por incrementar el número de equipos de la liga de Segunda y resolver los play-off de ascenso. A su favor juega sobre todo el hecho de que la competición se vio adulterada por una errónea decisión deportiva de La Liga.

Tampoco habría que descartar la hipótesis de que las autoridades deportivas sancionasen al Fuenlabrada con la pérdida de categoría, diesen los puntos del partido suspendido al Deportivo –sumaría así 51 puntos– y bajasen Fuenlabrada, Numancia, Extremadura y Racing, con el Elche en promoción de ascenso a Primera División.

Otra opción es que fuercen al Deportivo a abanderar el bloqueo de todo el proceso mediante la solicitud de la suspensión provisional del caso en un juzgado, de modo que sea la propia Liga la que precise buscar un acuerdo para no colapsar no solo la Segunda División, sino también la Primera. Si el bloqueo es judicial, el Deportivo tendría la llave de la solución en su mano. No parece que esta opción le interese a nadie, ni siquiera al propio Deportivo.

Los positivos del Fuenlabrada por Covid-19 causan la lógica solidaridad –también en el Deportivo de La Coruña– pero a la vez parece evidente que algo ha fallado en la gestión sanitaria del caso por parte del club madrileño y de La Liga.

El ultraderechista Javier Tebas. / Mundiario

Javier Tebas.

Tebas, el centro del problema

El problema sigue estando en que La Liga, cuyo presidente tiene a su hijo de asesor del Fuenlabrada, se cierra en banda, a la espera de acontecimientos. Javier Tebas es consciente de que ha perjudicado al Deportivo con su arbitrariedad pero le cuesta dar el brazo a torcer. A la vez no puede ignorar que toda España sabe que pidió 130.000 euros por asesorar al Fuenlabrada durante dos años, lo cual ya le hizo reflexionar sobre su marcha, según la cadena Cope.

Javier Tebas intenta maquillar su conducta, cuando menos poco ética, buscando apoyos en su comisión delegada, donde ya no hay unanimidad pero donde, por el momento, mantiene el control del aparato, en parte gracias al CD Lugo.

La extraña reacción de La Liga obligó al Deportivo a solicitar la repetición de la última jornada de Segunda ante el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol y, posteriormente, que se le dé el partido por perdido al Fuenlabrada, por no presentarse, y que sea descendido por haber cometido una falta grave, recogida en los reglamentos del campeonato. Por último, ha recurrido al comité disciplinario de la Federación Española de Fútbol.

Simultáneamente, sigue sin aclararse de manera definitiva si el Extremadura –descendido a Segunda B– cometió una irregularidad al quedarse en el terreno de juego con tan solo seis jugadores de su primera plantilla durante unos instantes del encuentro celebrado el 12 julio en Riazor ante el Deportivo. @mundiario

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