Messi, siempre Messi

Lionel Messi, futbolista. / RRSS.
Lionel Messi, futbolista. / RRSS.

Con algo de suerte y gracias a una genialidad del astro azulgrana, el Barça ha sellado su pase a los octavos de la Champions como líderes del grupo B, pero dejando muchas dudas. El 10 volvió a frotar la lámpara.

El genio frotó la lámpara. Con una genialidad de Lionel Messi y otra anotación de pizarra de Gerard Piqué, el FC Barcelona ha vencido 1-2 al PSV, en Eindhoven, certificando así su pase a los octavos de final de la UEFA Champions League como líderes del grupo B. Los azulgranas lograron los 3 puntos pero dejaron muchas dudas en su juego.

Los holandeses hicieron valer su localía y salieron al terreno de juego del Philips Stadion a morder. Los dirigidos por el ex futbolista azulgrana Mark van Bommel, mostraron su faceta más ofensiva, llegando a incomodar en los primeros compases del partido a un Ter Stegen que se mostró impecable bajo los tres palos y repelió algunos intentos del Chuky Lozano, el más activo del conjunto holandés.

Al PSV sólo le valía la victoria, por lo que no escatimaron en ataque. Sin embargo, la suerte no estuvo de su lado y estrellaron el balón en el poste hasta en tres ocasiones. Esa mala suerte fue mermando el envión anímico de los locales, que vieron como el Barcelona de Messi recuperaba terreno en la recta final del primer tiempo, con claras llegadas del argentino, Coutinho –quien volvía de su lesión– y Arturo Vidal.

La historia cambió en los segundos 45 minutos, cuando llegaron los goles. El encargado de abrir el marcador no podía ser otro que Lionel Messi con una de sus genialidades, al 61. El rosarino arrancó desde la mitad de la cancha y, tras hacer una pared con Ousmane Dembélé –de gran partido–, se coló en el área. Recorte hacia fuera, otro hacia adentro y a celebrar. 0-1 y aún restaban 30 para el final del compromiso.​

Tras el gol, los locales se hundieron y vieron como sus posibilidades de clasificar a la siguiente ronda se desvanecían. Y nueve minutos más tardes, el Barça sentenció el partido. Tras un tiro libre ejecutado por Messi y desviado por Piqué, una jugada que se debate si fue obra de la casualidad o si fue ensayada, los azulgranas duplicaron la ventaja y terminaron de sepultar las aspiraciones del PSV.

Los dirigidos por van Bommel buscaron con ahínco el gol que los volviera a meter en el partido. A la desesperada, el equipo tulipán se volcó al ataque apelando a la épica. Y el tanto llegó al minuto 82 tras un centro que conectó De Jong, pero el tanto no era suficiente para la clasificación y la ansiada remontada nunca llegó.

El PSV cayó de pie ante un Barça ​gris que deberá hacer una profunda auto-crítica si realmente aspiran a ganar esta Champions, pues ante equipo de mayor nivel y en otras condiciones, la historia hubiese sido distinta. Una vez más, Messi ha vuelto a ser la luz que guía a este FC Barcelona. Messi, siempre Messi. @mundiario

 

Comentarios