El Madrid quiere a Bellingham, pero no lo necesita con urgencia

Jude Bellingham, mediocampista del Borussia Dortmund.. @BellinghamJude
Jude Bellingham, mediocampista del Borussia Dortmund. / @BellinghamJude

El club insiste en el fichaje del mediocampista ingles de 19 años y le coloca sobre la mesa una estructura en la cual llegará como refuerzo y no como salvador.

El Madrid quiere a Bellingham, pero no lo necesita con urgencia

Te quiero pero no te necesito. El Real Madrid aprieta el acelerador por el fichaje de Jude Bellingham, mediocampista inglés de 19 años llamado a convertirse en uno de los mejores del mundo. El mismo José Ángel Sánchez, director general de la institución, asumió el caso como propio y su misión es convencer al jugador de que el vínculo potenciaría ambas partes.

La dupla Toni Kroos (33) y Luka Modric (37) se niega a morir. Ambos vencen contrato en junio, pero sus actuaciones en Champions indican que tienen más vida que un gato. El miércoles pasado ante el Chelsea FC dieron entre ambos 155 pases y erraron solo nueve de ellos, lo que significa que tuvieron un elegante 94% de precisión.

Las estadísticas hablan por sí solas. Si la decisión estratégica es mantener a Kroos y Modric, al menos por un año más, el gran sacrificado para abrirle espacio a Bellingham sería Dani Ceballos (26) quien termina contrato en junio. La columna vertebral del mediocampo la integran Valverde (24), Tchouaméni (23) y Camavinga (20).

Bellingham (19) quiere salir del Borussia Dortmund y puede decidir a donde ir. En la Premier League lo quiere todo el mundo. Manchester City, Liverpool, Tottenham y Arsenal hacen fila.

En el Real Madrid generalmente el jugador que llega tiene una transición, una especia de adaptación. Por mucha jerarquía con la que llegue jamás tendrá todo el peso de la responsabilidad. Es el único club del mundo donde los refuerzos son esos; refuerzos, y no salvadores.

Esa premisa institucional atada a un proyecto deportivo en el que tenga protagonismo progresivo de acuerdo a su rendimiento será determinante. Mucho más que un contrato multimillonario que será difícil de igualar.

La gran virtud de Bellingham es que puede jugar en cualquier posición de la mitad de la cancha. No llegaría para sustituir a nadie sino para competir con todos. Incluso en un esquema de 4-3-3 podría actuar como extremo tal como lo hace Valverde. Esa virtud le abre la puerta de la plantilla y le garantiza los minutos necesarios como para continuar su desarrollo. @mundiario

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