El Madrid goza con el Valencia y accede a la final de la Supercopa

Inspiración era lo que le falta ver al Madrid. Esta noche no faltó eso y el resultado (1-3) se vio reflejado en un partido de una sola dirección y ritmo, el que simplemente impuso los merengues con su fútbol y control de la pelota. Si hacía ver esta buena versión de los dirigidos por Zidane para confirmar que ya están en su mejor momento, entonces con este partido lo confirman. Ya llegó lo mejor de los vikingos.

La superioridad del Madrid fue tal que el 63 por ciento de posesión lo certifica. Los merengues jamás le cedieron la pelota a los valencianos que se conformaron con buscar la forma de achicar los espacios y tratar de frenar el buen andar de los capitalinos, pero todas las intenciones fueron infructuosas.

Ya en el minuto 15, Tony Kroos ponía adelante al Madrid. El germano aprovechó el estado dubitativo de la defensa valencianista para fabricarse un gol olímpico, la diana tuvo su picardía, pero al fin y al cabo lo que importaba que entrara la pelota y efecto así fue.

De esta forma el Madrid se ponía adelante y además ya pintaba los trazos de un partido que tenía una tonalidad muy blanca, muy “zidanista”.

Veinticuatro minutos después vino el tanto de Isco. El mediapunta aprovechó un mal despeje dentro del área tras pase hacia atrás de Valverde. El malagueño sin perder la oportunidad recogió la pelota y le pegó con su elegancia característica para poner el 0-2 y aumentar las posibilidades de que el Madrid no perdiera.

El tercer tanto tuvo la magia de un Luka Modric que se sirvió del pase de Jovic para vencer a tres dedos a un Doménech aturdido por la genialidad del croata. El partido marcaba el minuto 69 y las esperanzas del Valencia para recuperarse ya eran ínfimas y el resultado ponía a los blancos en la final de la primera Supercopa jugada fuera de España. Solo un penal de Dani Parejo ya a los dos minutos del agregado ponía cifras definitivas al juego. @Mundiario