El Madrid se complica La Liga en Son Moix
El Real Madrid aterrizaba en el aeropuerto de Palma con varios frentes abiertos y con un partido, a priori, complicado en el horizonte de esta mañana de fútbol. El encuentro de las dos de la tarde, horario poco habitual para los merengues, avecinaba un partido trampa para los de Carlo Ancelotti, ya que las innumerables bajas, el revuelo de las acciones sobre Vinicius y el Mundial de Clubes a la vuelta de la esquina, podrían hacer perder la concentración al cuadro madridista.
Muro bermellón. Puntuar en Son Moix se ha convertido en toda una odisea para los equipos que visitan el estadio mallorquinista. Las únicas 3 derrotas concedidas en casa (Betis, Barça y Sevilla), explican un poco la décima posición en la tabla del conjunto del “Vasco” Aguirre.
Mundial de Clubes el miércoles. Tras su visita a Palma, el Real Madrid pondrá rumbo a Rabat para jugar las semifinales frente al Al-Ahly. El club egipcio viene de vencer en cuartos de final al Seattle Sounders americano. La otra eliminatoria de las semifinales será entre el Flamengo y el Al Hilal de Arabia Saudí.
Numerosas bajas. La cuesta de enero suele traer bastantes problemas físicos a los clubes y el Real Madrid no es ajeno a estas dificultades. Benzema, Militao, Hazard, Lucas Vázquez o Mendy eran bajas confirmadas para el partido de hoy, aunque en el calentamiento del mismo encuentro habría que sumar la del guardameta Thibaut Courtois.
Partido.
El encuentro comenzaba sin un dominador claro, muy trabado, duro y rodeado de la polémica que trajo partidos anteriores entre Raíllo y Vinicius, donde la afición mallorquinista pitaba al jugador brasileño cada vez que tocaba el esférico.
El Mallorca comenzaría mejor, presionando muy arriba la salida de balón al Madrid y jugando con mucha rapidez a la contra. El buen hacer de los de Aguirre traería la primera sorpresa de este mediodía. Un buen centro de Dani Rodríguez desde la izquierda al primer palo era disputado entre Muriqi y Nacho, y el madridista la colaba en su propia portería. Los bermellones se ponían por delante en un partido que se preveía bronco, tosco, duro y muy disputado.
Desde el gol, los de Aguirre formaron con una línea de cinco defensas y 4 medios, retrasando así sus posiciones y dejando transitar al Madrid desde atrás. Al conjunto merengue le costaba circular entre líneas, dada la poblada defensa del conjunto bermellón y sin llevar peligro a la portería de Rajkovic.
En la reanudación todo proseguiría de la misma manera, con un Mallorca muy encerrado atrás y sin dejar transitar al Madrid entre líneas, con los jugadores de Carlo Ancelotti quejándose de los continuos recados que recibían de sus oponentes cada vez que tocaban el esférico.
Rozando la hora de partido, llegaría la primera polémica del encuentro. Rajkovic derribaba a Vinicius en el área mallorquinista y Hernández Hernández no dudaba en conceder penalti para el Madrid. El propio cancerbero serbio enmendaría su error y detendría la pena máxima ejecutada por Marco Asensio, para mantener a los suyos con ventaja.
Las entradas de Modric, Kroos, Alaba y Mariano ayudarían al Madrid a llegar más al área local por medio de centros laterales, ya que por dentro sería imposible por la gran actuación defensiva de los bermellones. El hermetismo de la zaga local no permitió ninguna acción clara de peligro en todo el encuentro y acababa llevándose un partido en el que el tempranero gol en propia puerta de Nacho acabaría haciendo justicia en el marcador. @mundiario
