LeBron: más que un apellido, una marca
El ala-pivote de los Cavaliers de Cleveland tiene todos los pergaminos para ser considerado una de las referencias de la NBA en los últimos 20 años.
Desde que debutó o quizás antes ya portaba en sus hombros el peso del apellido Jordan. A fuerza de talento y ganas ha podido sortear dicha maldición, pues todo aquel que se le comparaba con su “Majestad” terminaba en el olvido y en el oscurantismo.
LeBron superó todo eso y de a poco fue construyendo su propia marca, muy lejana a la de Jordan. Sustentada en sus propios números y títulos. Ahora él es un ídolo de una generación post Jordan que ha clamado por un ídolo que les contagie de buen baloncesto y sobre todo de jugadas solo hechas por los elegidos.
Sí, Lebron es uno de elegidos. Él está en el grupo de las élites de una liga llena de leyendas. Él ya tiene su lugar, solo que está edificando el puesto entre los más grandes. En la cancha ha demostrado ser un jugador fuera de lo común con cualidades que marcan la diferencia en un parqué.
Ya con 33 años el alero-fuerte entra en otra etapa de su carrera. Donde lo físico empezará a mermar, pero la veteranía le ayudará con otros atributos. James ha marcado una era. Tanto así que tiene a la NBA con otra dinastía en finales con los Warriors de Golden State y Stephen Curry.
Lebron ha sabido separarse de la sombra de Jordan. Ha construido su propio legado y una leyenda que será difundida por esta nueva generación de amantes de un deporte para las masas, más no las élites.
