LeBron James estuvo a un paso de jugar en la NFL en 2011
LeBron James quería convertirse en uno de lo pocos elegidos del deporte estadounidense, que se ganaría la vida dentro de los terrenos de juegos de dos disciplinas distintas.
El jugador de Los Ángeles Lakers estuvo muy cerca de jugar para los Dallas Cowboys en 2011. En una entrevista que concedió al programa After Party, King James reveló que entrenó para hacer realidad ese sueño de juventud.
"Nos pusimos a entrenar (él junto a Mike Mancias entrenador personal) para ser un jugador de fútbol en octubre o noviembre. Comenzamos a correr, comenzamos a cromometrar nuestros tiempos en los 40, comenzamos a agregar un poco más y cosas de esa naturaleza". dijo el estadounidense.
Todo esto ocurrió durante la huelga de la NBA en 2011, un momento en el cual LeBron no sabía a ciencia cierta cuánto duraría.
Mancías instó al atleta, que ha reconocido abiertamente ser un fanático del conjunto texano, a que siguiera ese sueño diciéndole: "¿Si te animas a ir a Dallas y te conviertes en un Cowboy?". Según USA Today ambos se imaginaban ese escenario a pesar que James, no terminó su carrera en el instituto donde jugaba como receptor
Sin embargo, todo esto aparentemente no fue una mera anécdota porque lo más sorprendente de todo esto fue lo que dijo Maverick Carter, mano derecha de James. El hombre de confianza de la estrella de los Lakers aseguró que el dueño de los Comboys, el empresario petrolero Jerry Jones le ofreció al baloncetista un contrato, el cual supuestamente lo tiene enmarcado en su oficina.
Tras la huella de Jim Thorpe
No es la primera vez que en el deporte profesional estadounidense ocurren este tipo de cosas. El primero fue Jim Thorpe, considerado el atleta más versátil de todos los tiempos, que despuntó en las primeras décadas del siglo veinte.
Thorpe fue un descendiente de padres nativos americanos que se desempeñó como pez en el agua en el fútbol americano, béisbol y baloncesto tanto en la universidad como en el ámbito profesional, esto último fue lo que provocó que le quitaran las medallas que ganó en los Juegos Olímpicos de Estocolmo de 1912 en las especialidades de pentatlón y decatlón.
Ese inconveniente no impidió que se convirtiera en una leyenda que jugó con los New York Giants, en la MLB entre 1913 y 1919.
En 1915 firmó un suculento contrato con los Canton Bulldogs, que le aseguraron 250 dólares por partido y los que impulsó a ganar tres campeonatos mundiales al hilo, considerados no oficiales.
Posteriormente fue el líder de un equipo de baloncesto conocido como los World Famous Indians que durante 1927 y 1928 se movieron por todos los Estados Unidos en partidos de fútbol americano, baloncesto y béisbol.
Otras leyendas que lograron la hazaña
Hace unos años Tim Tebow, un gran mariscal de campo de la Universidad de la Florida dio el salto a la NFL de la mano de los New England Patriots, pero tuvo un gran obstáculo en su camino, nada más y nada menos que Tom Brady. El incombustible ganador de seis títulos no permitió que el novato se destacara y así éste se vio obligado a tomar otro camino, uno que por cierto no conduciría a otro equipo de la NFL.
Resulta que Tebow se marchó a los New York Mets, conjunto de las Grandes Ligas de Béisbol, que le ofreció en 2016 un contrato de ligas menores.
Se trata del más reciente cambio de disciplina que se ha visto en el deporte estadounidense. En los últimos sesenta años esto ocurrido en un puñado de ocasiones con varios nombres ilustres como Michael Jordan, que abandonó a los Bulls para jugar en las menores con los Chicago White Sox, John Elway que fue firmado por los Yankees de Nueva York en 1981 antes de comenzar su gran carrera entre 1983 y 1988 con los Denver Broncos.
Además están los casos de Dave DeBusschere que fue lanzador de los White Sox durante dos campañas (1962-1963) y después hizo una brillante carrera en la NBA particularmente con los New York Knicks que retiraron su número 22. Fue incluído en el Salón de la Fama del baloncesto estadounidense en 1983.
También están los ejemplos de Bo Jackson y Dion Sanders. El primero era un destacado jugador de los Kansas City Royals que se destacaba por su gran poder y facilidad para batear jonrones, pero una infortunada lesión cuando jugaba con Los Ángeles Raiders truncó su ascenso, aunque no le impidió continuar como jugador activo en el béisbol con los Chicago White Sox; durante su paso por la MLB dejó .250 de promedio al bate con 141 cuadrangulares y 415 carreras impulsadas en 694 partidos.
Por su parte Sanders fue un buen jugador de béisbol con los Atlanta Braves entre otros conjuntos, pero en la NFL se convirtió en una auténtica leyenda. Su mejor época fue con los Dallas Cowboys con los que ganó dos títulos de la Super Bowl (1995 y 1996) y además está en el Salón de la Fama de este deporte. @mundiario
