La selección española no dio la talla en Maracaná y sufrió una dura derrota ante Brasil

A la izquierda, Neymar, la estrella de Brasil, ahora en el Barça. / Joel's Goa Pics vía Compfight
A la izquierda, Neimar, la estrella de Brasil, ahora en el Barça. Joel's Goa Pics vía Compfight
La selección canarinha, liderada por el barcelonista Neymar, ningunea a la campeona del mundo y levanta el título de la Copa Confederaciones en Maracaná, el santuario del fútbol mundial.
La selección española no dio la talla en Maracaná y sufrió una dura derrota ante Brasil

La actual campeona de la Copa del Mundo y de la Eurocopa no fue capaz de cerrar el círculo y de conseguir el considerado Gran Slam del fútbol internacional a nivel de selecciones, tras caer ante Brasil en la final de la Copa Confederaciones.

El partido lo empezaron a ganar los brasileños en los prolegómenos del encuentro, al cantar su himno a capela los más de 70.000 espectadores que abarrotaron Maracaná a coro con sus jugadores. Fue, si duda, uno de los momentos estelares de la final, y este episodio dejó tan aturdidos a los jugadores de Del Bosque que ya en el primer minuto vieron como Fred adelantaba a su equipo en el marcador.

A partir de ese instante, y con el consentimiento de Kuipers, que realizó un arbitraje muy permisivo con la dureza y la reiteración de las faltas, el centro del campo de la canarinha se adueñó del partido, impidiendo que Busquets y Xavi fuesen capaces de salir combinando con el balón. Desaparecida la opción del tiki-taka, la selección española no encontró argumentos para contrarrestar las acometidas de su rival, que seguía robando balones para ponérselos a sus puntas con una rapidez endiablada que superaba una y otra vez la línea defensiva de Casillas. Con Arbeloa ninguneado por Neymar, con Alba sin opción de salir por su banda y con la pareja Piqué-Ramos achicando balones a la desesperada, se empezó a mascar la tragedia.

De todas formas, antes del descanso España tuvo el empate en las botas de Pedro; pero tampoco acompañó la suerte, y del posible empate se pasó al 2-0 tras una extraordinaria combinación entre Oscar y Neymar, que acabó con un golazo marcado por la estrella brasileña.

En la segunda parte empeoró la situación, ya que a un nuevo gol local, siguió un penalti fallado por Ramos y la expulsión de Piqué, lo que hizo que la campeona del mundo tirase definitivamente la toalla y acabase pidiendo la hora para no sufrir un castigo más duro. A la vista de este resultado, el seleccionador tiene trabajo a lo largo de este año para ajustar los mecanismos necesarios para enfrentarse a los combinados más potentes, y tener opciones de revalidad el título mundial.

Y así, la selección de Scolari se proclamó con todo merecimiento campeona de la Confederaciones por tercera edición consecutiva, y presentó su candidatura para conseguir su sexta Copa del Mundo dentro de un año en el mismo escenario. Para ello, cuenta con un portero de garantías, una defensa de lujo, un potente centro del campo y unos delanteros que combinan presión, calidad y gol.

Este torneo ha supuesto el descubrimiento de Paulinho, un mediocentro potente, con gran recorrido, capacidad para combinar y llegada al área, y la confirmación de Neymar como la estrella emergente del fútbol mundial, más allá de ser un simple icono publicitario, aunque tendrá que demostrarlo marcando diferencias en las competiciones europeas.

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