Joan Laporta y su estrategia de ajedrez para dejar ir a Messi

Laporta aseguró en su camapaña electoral que no dejaría ir a Messi. / Archivo Mundiario
Messi y Joan Laporta. / 90minutos.com

Messi fue presentado como flamante refuerzo del PSG, mientras todos le apuntan a LaLiga, al fair play financiero y a la gestión anterior del FC Barcelona. Laporta salió ileso.

Joan Laporta y su estrategia de ajedrez para dejar ir a Messi

Joan Laporta pasará a la historia como el presidente que se atrevió a dejar ir a Messi. Su estrategia de ajedrez puesta en práctica incluso antes de asumir de nuevo la presidencia le permite salir ileso. Messi deja LaLiga y se enrumba a reforzar al París Saint Germain, mientras todos le apuntan a LaLiga, al fair play financiero, a la gestión anterior y al propio Messi. ¿Cómo lo hizo? Aquí lo analizamos.  

Lo primero fue llenarlo de caricias antes de la elección dándole a entender a la afición que su prioridad era renovar a Messi. “Tengo la confianza de Messi, sabe que lo que prometo lo cumplo”, sostuvo a final de 2020. Para el grueso de la afición el mensaje era claro: había que hacer todos los esfuerzos económicos para retenerlo y ya el club tenía la palabra del entorno del jugador de que estaba dispuesto a reducir al mínimo sus pretensiones. Ambas partes debían encontrarse en un sitio común, muy típico de las sesiones de psicología de las parejas en crisis en las que todos se comprometen a acabar con la rutina y forzar un cambio.

A finales de enero estalló la noticia sobre el contrato de Messi, que se vencía en seis meses. El diario El Mundo en tres ediciones publicó cifras y cláusulas de un contrato que solo estaba en poder de tres partes: Messi, el club y LaLiga.

El número era escandaloso y afectó considerablemente la imagen del jugador argentino que, siempre según el mencionado rotativo, cobró durante los últimos cinco años 75 millones de euros por temporada, realmente una locura tomando en cuenta que Cristiano Ronaldo, por ejemplo, gana 31 millones con la Juventus.

Joan Laporta, presidente del FC Barcelona. 90minutos.com

Joan Laporta, presidente del FC Barcelona / 90minutos.com

Alguien filtró a la prensa el contrato completo de Messi y con una negociación en puerta esta información solo beneficiaba al FC Barcelona... y a los candidatos a la presidencia. Quedó muy expuesto el mal manejo de la junta directiva encabezada por Josep María Bartomeu así que el cambio de timón estaba más que justificado y la maltrecha económica blaugrana quedó en evidencia. 

En marzo, Laporta es electo presidente y su discurso sobre Messi dio el primer giro. “No puedo vender falsas expectativas. La propuesta existirá, pero dependerá de él. Pero seguro que el dinero no es lo más importante”, indicó tras asumir.

Se ordenó una auditoría para determinar la gravedad de las finanzas. La situación resultó ser más crítica, la deuda del club superaba los 1.000 millones de euros. Hay cuentas por pagar a proveedores y cuotas correspondientes a fichajes de jugadores algunos de los cuales no han rendido como se esperaba.

SE HIZO TODO PARA NO RETENERLO

Desde abril ya se sabía que económicamente el club no podía sostener la actual plantilla y a su vez retener a Messi. Laporta ya lo sabía. La decisión era clara. Había que vender a jugadores claves para hacerle espacio a Messi en la actual masa salarial; Antoine Griezmann, por ejemplo, estuvo involucrado en una negociación con el Atlético Madrid, mientras que los nombres de Philippe Coutinho (Premier League, Olympique Marsella), Samuel Umtiti (Olympique Lyon, Olympique Marsella), Martin Braithwaite (Valencia, Premier League), Clement Lenglet (Manchester City, Everton), Miralem Pjanic (Juventus, PSG, Chelsea) y Ilaix Moriba (Chelsea y Manchester City), sonaban con insistencia para salir en este mercado de fichajes.

Ningún movimiento se concretó porque el club decidió abrirles la puerta a jugadores de segunda línea como: Junior Firpo (Leeds), Jean-Clair Todibo (Niza), Carles Aleñá (Getafe), Juan Miranda (al Betis tras quedar libre), Matheus Fernándes (al Palmeiras tras quedar libre), Trincao (Wolves, cedido) y Monchu (Granada, cedido).

En medio de todo se confirmaron las llegadas de Emerson Royal (Real Betis), Memphis Depay (Olympique Lyon), Sergio Agüero (libre tras dejar el Manchester City) y Eric García (libre tras dejar el Manchester City). Todos libres sin costo de traspaso, pero con salarios que abultaban la nómina. Prácticamente no se hizo nada. Messi seguía fuera y el Barça de Laporta lo sabía y mantuvo su plan hasta el final a la espera de que algo externo lo librara de responsabilidad.

Menphis Depay, delantero del FC Barcelona. antena2.com

Memphis Depay, delantero del FC Barcelona. / antena2.com

Messi ganó la Copa América como un jugador libre, fue el máximo goleador, lideró las estadísticas en asistencias y fue electo el mejor jugador del torneo. Estaba confirmando que seguía más vigente que nunca. Con 34 años quería seguir compitiendo.

A su llegada todo estaba arreglado. Se había bajado el 55% de su salario y había un preacuerdo que se tenía que firmar. Fue entonces cuando el club sacó el comunicado para confirmar que sus cuentas no cuadran y no había espacio para Messi en su nómina. Pero la estrategia seguía y en el comunicado oficial se culpaba directamente a LaLiga por no ampliar la regla del fair play financiero.

24 horas después Laporta lo aclaró, "Lamentablemente hemos recibido una herencia nefasta. Eso ha hecho que la masa salarial del club represente un 110% respecto a los ingresos. No tenemos margen salarial. Las normas de LaLiga pasan por un 'fair-play' financiero que marca unas limitaciones. No tenemos margen salarial", contó.

El club estaba confirmando su mal manejo, pero ya la opinión pública estaba encendida en contra del torneo doméstico. España se quedaba sin su máxima figura en LaLiga tal como sucedió en 2018 con Cristiano Ronaldo.

TORMENTA PERFECTA

 “Todos sabíamos que para la viabilidad económica del club se tenía que rebajar la masa salarial en más de 200 millones de euros. No era ninguna sorpresa. Lo que hacía falta era tener un plan de choque para aportar soluciones y no quedarse sin tiempo para revertir la situación, como ha reconocido el propio Laporta”, sostuvo recientemente Víctor Foint rival de Laporta para la presidencia.

Además, el dirigente y socio fue muy crítico sobre cómo se manejó el tema Messi y hoy es la vos de una disidencia que anuncia una tormenta perfecta. “Posiblemente algunos socios se han sentido engañados porque en campaña electoral se creyeron que Laporta sería capaz de convencer a Leo porque él ya había sido capaz de revertir la situación en el 2003. Se ha demostrado que votar por nostalgia no soluciona las cosas”.

Víctor Foint, ex candidato a presidente. elperiodico.com

Víctor Foint, ex candidato a la presidencia. / elperiodico.com

Para Foint, la situación económica no se aliviana con la salida de Messi, al contrario. El club sigue muy comprometido y con un gran riesgo de quiebra técnica. “Nos llamaron catastrofistas y que no era para tanto, cuando nosotros lo teníamos todo preparado para implementar de manera inmediata. Estamos ante una nefasta tormenta perfecta”, remató Font.

Jaume Llopis, miembro de la Comisión Espai Barça, también se mostró muy crítico: “Messi era patrimonio importante del FC Barcelona. Ya veremos cuándo llega la SuperLiga, si llega, y mientras, reforzando al PSG y facilitamos que Mbappé vaya al Madrid. El plan perfecto de Florentino. Pasarás a la historia como el presidente que despidió a Messi”. 

Messi será anunciado en breve en París y hay un sector en Barcelona que le crítica por no bajarse más el salario. LaLiga se queda sin Messi y seguramente sin el interés de algunos patrocinantes, aunque ya se haya firmado un acuerdo televisivo. Laporta, por su parte, promete un Barça competitivo sin su máximo referente histórico. Veremos. @mundiario

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