Los hombres de Paco: ¿comedia dramática o primera división del fútbol español?

Tras el partido de hoy entre el Rayo Vallecano y el Real Madrid, no he tardado en darme cuenta de la similitud entre la comedia dramática producida por Paco Tous y el chiste malo y mal contado del equipo dirigido por Paco Jémez, que si fuese entrenador del equipo blanco habría ya sido nombrado por la LFP mejor entrenador de la historia de la Liga por sus grandes actuaciones durante los primeros 15 minutos de cada partido.

Chiste malo, porque maldita la gracia que le debe hacer a los aficionados vallecanos la falta de flexibilidad de un entrenador que es un suicida compulsivo; y mal contado, porque la prensa deportiva defiende como heroico lo que no es más que una falta evidente de recursos y organización táctica en la ventaja.

La serie, sigue el día a día de la familia del inspector Paco Miranda, trasladado a la comisaría de San Antonio (ficticio barrio de Madrid que bien podía ser Vallecas) junto a los subinspectores y amigos, Lucas y Mariano. Tres ingenuos policías que, como la defensa del Rayo, no son el arquetipo de unos profesionales competentes, e intentan resolver los casos de la manera más surrealista posible.

Tan surrealista como salirle al Real Madrid y al Barcelona con una defensa adelantada formada por Quini y Amaya y que ha dado como resultado 16 derrotas consecutivas contra los blancos y 11 contra los culés; tan incompetente como para perder con sus propios fallos una ventaja de dos goles - que pudieron ser tres si el amigo Hernández Hernández hubiera señalado como penalty y expulsión la agresión asesina de Keylor Navas en el primer tiempo - contra un equipo que no jugó a nada; tan ingenua como para otorgar la titularidad en un partido contra el Madrid a Embarba, canterano blanco por partida triple, ya que además de pasar por las categorías inferiores del club del Visirato, fue también jugador filial del filial merengue con sede en Getafe. Coincidencia o no, al final fue Adrian Embarba el que decidió el partido con un pase en profundidad hacia su propia área que dejó a Bale en un mano a mano contra el portero rayista que no desperdició.

Y tal y como nos tuvimos que tragar una producción comercial de serie B durante varias temporadas dónde en cada capítulo esperábamos que los inútiles de sus protagonistas se pegasen un tiro en el pie, estamos teniendo que soportar entre aplausos de la prensa a un equipo con unos jugadores que semana tras semana se hacen la pedicura con un perdigón del calibre de un balón de fútbol, para seguramente acabar más pronto que tarde en la serie B del fútbol español, eso sí, sin su director, que ayudado por el descabezamiento de la prensa deportiva, continuará proyectándose a toda velocidad contra todos los muros que se encuentre en su camino a los mandos de otro equipo de la mayor caballaje o quién sabe, si a los mandos de la selección española. @SirDanielC