Barça: historia que tú hiciste, historia por hacer

Sergi Roberto anota el gol del triunfo. / RR SS
Sergi Roberto anota el gol del triunfo. / RR SS

El Barcelona remonta al Paris Saint Germain y entra en la historia del fútbol moderno. Neymar, que ya había avisado de que nunca perderían la esperanza, obra el milagro.

Barça: historia que tú hiciste, historia por hacer

Noche fría en París. El Barcelona sale al Parc des Princes dispuesto a hacer historia un día más. Su objetivo es claro: ganar y jugar la vuelta en el Camp Nou con la tranquilidad de un buen resultado. Luis Enrique saca el once de gala, el de los momentos especiales. Las esperanzas, puestas de nuevo en la Champions. Pero Europa es así, solo juegan los mejores y cualquier equipo pueda dar la campanada. Ante el asombro del mundo entero, el conjunto culé sale goleado. Cuatro a cero. Eliminatoria cerrada a favor del Paris Saint Germain.

La prensa y la afición no daban crédito. Ridículo histórico decían algunos medios. Neymar, la mayor broma del fútbol. Luis Enrique, un entrenador del montón, debe dimitir. Había ataques y críticas de todos los colores. Se creo un clima de tensión. Un ambiente tremendamente complicado. El fútbol es así. Luis Enrique cumplió el sueño de muchos en ese momento: no dimitía pero dejaría el Barcelona a final de temporada. Parecía que todo estaba perdido y que el Barcelona estaba condenando a un año sin muchas alegrías.

Si algo tiene de bueno el deporte rey es que por muy bajo que caigas, siempre puedes levantarte. Después del desastre de París, la actitud del equipo cambio. Aprendió de sus errores y mejoró hasta el punto de remontar en Liga al Madrid y ponerse líder. Es verdad que tiene un partido menos pero una liga que parecía imposible para muchos, ya no lo es. Y se empezó a creer. La remontada, aunque fuera prácticamente imposible, se podía conseguir.

En momentos así, no solo juegas contra un rival difícil, juegas contra algo mucho peor, la historia. Nadie había remontando una eliminatoria que perdía por cuatro goles. Los días previos, solo los locos confiaban en la victoria. Pero el fútbol, como dice Luis Enrique, es un deporte de chiflados.

En momentos así, no juegas solo contra un rival difícil, juegas contra algo mucho peor, la historia

Llegaba el momento. El Camp Nou se vistió de gala para un partido que ya es historia del fútbol moderno. El encuentro empezó de la mejor manera posible, con un gol de Suárez en el minuto tres. El segundo tanto, en el 40. Quedaba mucho tiempo. La remontada era posible.

Messi, marcaba el tercero de penalti. La remontada era una realidad. Pero si juegas con fuego, lo acabas pagando. Cavani, que ya había avisado con un tiro al palo, silenció el Camp Nou. Los jugadores y el staff del equipo parisino lo celebraban a lo grande. Estaban en cuartos. Con su gol, solo un verdadero milagro podría dar el pase al Barcelona. Desde Madrid celebraban con ganas la eliminación momentánea del equipo culé. “¡Qué pena!”, decían algunos periodistas en Twitter.

El día del partido contra el París Saint Germain, Neymar escribió en redes sociales: “1% de opciones, 99% de fe”. Sí, Neymar, ese jugador eternamente criticado, tenía esperanza. En el minuto 88 el Barcelona necesitaba tres goles para remontar la eliminatoria.  Varios medios ya informaban en sus periódicos que el Barcelona se había quedado a las puertas. Incluso en televisión también se comentaba la eliminación del equipo culé. Señores, los milagros existen.

Neymar marcaba de falta. Minutos después, ya con el tiempo cumplido, era el encargado de tirar el penalti. Cinco a uno y todo el descuento por delante. El Camp Nou, contenía la respiración. Última jugada del partido. Una falta a Ter Stegen en el medio del campo. Todos al ataque. Saca Neymar y el rechace le cae de nuevo a él. Todos los jugadores dentro del área, esperando su centro. Pero no, Neymar recorta, levanta la cabeza y centra. “¿Cómo recorta ahí?”, decían muchos. Balón en bandeja a Sergi Roberto y el Barcelona volvía a entrar en la historia del fútbol moderno. Otra vez más.

Ya lo decía Pelé, “cuanto más difícil es la victoria, mayor es la felicidad de ganar”. Hoy, Barcelona está de celebración. Y no es para menos. La historia, no se escribe todos los días.

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