Un hiperbólico Atleti de Diego Simeone ridiculizó al Barça de Tata Martino
El bravo equipo colchonero, liderado por Koke, se planta con todo merecimiento en las semifinales de la Champions y deja al Barcelona en la cuneta.
Os adelanto que no gané la porra. Mi apuesta fue un 2-1. Apenas seis horas antes del partido, un grupo de amigos discutíamos qué pasaría en el Calderón. ¿Saldría a matar el Atleti? ¿Se quedaría atrás? ¿Cómo atacaría el Barça? Un empate a cero era un resultado favorable para los rojiblancos pero un riesgo, un gran riesgo que el Cholo Simeone no iba a correr.
Para quien se pregunte cuáles han sido las claves de la victoria rojiblanca, la respuesta en palabras del Cholo es que “no siempre ganan los buenos sino los luchadores.” Koke no paró de correr en todo el partido, recorrió el doble de kilómetros que Messi y fue el auténtico protagonista de la jornada gracias a un gol tempranero que le daría al equipo madrileño el pase a la semifinal de la Champions.
El Barcelona fue un equipo totalmente desdibujado en el terreno de campo y la nota discordante la pusieron Pinto, que evitó que varios disparos terminaran en el fondo de la portería, y Mascherano, jugándosela en un claro penalti que el árbitro no señaló.
El resultado fue la gran hazaña colchonera: el 1-0 que les lleva directos a semis, cuarenta años después. No es de extrañar que viéramos lágrimas y cánticos del jugador más importante de cualquier equipo: su hiperbólica afición.
