Hamilton logra la victoria en Monza con 'favores' de su compañero de equipo

El piloto inglés, tras una nefasta salida, logra remontar y hacerse con la victoria gracias a los errores de su compañero Rosberg aún preocupado por lo sucedido en Spa.

La Fórmula 1 llegaba a Monza, el templo de la velocidad por excelencia, y por extensión la segunda casa de Ferrari. Tras lo visto durante toda la temporada, todo el mundo parecía tener claro que el dominio de los equipos con motor Mercedes sería demoledor. La clasificación del sábado despejaba las dudas, con las seis primeras plazas ocupadas con monoplazas propulsados por la estrella. En séptimo lugar se situaba Fernando Alonso, que como el llanero solitario, se empeñaba en exprimir a su caballo más allá de la cordura. Kimi, duodécimo, dama una imagen de la situación actual de la Scudería en la carrera de casa.

En la parrilla de salida toda la expectación se centraba en lo que podría pasar en la primera curva entre los dos Mercedes. Y es que, en estas dos semanas, el encontronazo de Spa ha escocido mucho en la escudería germana, hasta el extremo de hablarse de posibles despidos en caso de nuevos incidentes. Tras ellos se encontraban los Williams, en un circuito propicio para hacer volar sus monoplazas, a la expectativa de cualquier oportunidad. Y los Mclaren, encantados de haberse conocido, disfrutaban de las vistas en una posición poco habitual durante la temporada.

La salida

En un circuito de alta velocidad, donde adelantar es un ejercicio de valientes, es importante lograr una buena posición en la salida. Además Monza tiene la particularidad de tener mucha distancia entre la salida y la primera curva, por lo que aquel que se retrase en el arranque lo puede pagar caro, y quedar atrapado en el pelotón.

Al apagarse el semáforo Hamilton y Bottas veían como sus monoplazas patinaban en exceso, quedando relegados a la cuarta y la undécima posición respectivamente. En el río revuelto pescaba Magnussen que situaba su Mclaren en la segunda posición, seguido por Massa. Por delante Rosberg le agradecía a los dioses el regalo que acababa de recibir, buscando la escapada en solitario y una carrera tranquila. Alonso por su parte se quedaba atrapado en medio del pelotón, cediendo una posición, que recuperaba en Lesmo con un “por fuera” de libro a Pérez.

Las primeras vueltas transcurrían como un cuento de hadas para Rosberg marcando una vuelta rápida tras otra, con Magnussen como tapón tras él, y Massa y Hamilton reportando problemas de DRS y ERS respectivamente. Poco duraba la alegría para el alemán, ya que ambos solucionaban los problemas y se lanzaban en busca y captura de Magnussen. En la vuelta 5 Massa lograba adelantarlo en la segunda Chicanne, y Hamilton lo hacía en la siguiente curva. Las siguientes vueltas traían peores noticias y es que el Inglés y el brasileño se alternaban las vueltas rápidas.

En la vuelta 9 saltaba la sorpresa y es que Rosberg, que empezaba a sentir la presión, llegaba muy pasado a la chicanne, lo que le obligaba a tomar la escapatoria cediendo dos segundos. Al mismo tiempo Hamilton, que hoy volvía a estar “on fire”, le hacía un “por fuera” a Massa y se lanzaba a por el alemán a golpe de vueltas rápidas.

Por detrás las hostilidades también estaban desatadas, Bottas tras su salida desastrosa, trataba de recuperar plazas a toda costa, contando sus pasos por meta como intentos de adelantamiento, en la vuelta 21 volvía a ser cuarto. Ricciardo, el vencedor en la anterior carrera penaba en la novena posición, mientras que Alonso era octavo y gracias.

Único repostaje

Todos los equipos estaban de acuerdo en que en Monza se iría a una única parada, por lo que la estrategia se reducía a salir del pit sin tráfico. Tras la batería de paradas, se mantendrían las posiciones, con excepción de los dos grandes especialistas en estrategia de la temporada, Williams y Ferrari. Alonso entraba octavo y acababa décimo, mientras que Bottas pasaba del cuarto al séptimo. Llamaba la atención Red Bull que retrasaba en exceso la parada de Ricciardo, lo que lo enviaba a la novena plaza.

Por delante las espadas estaban en todo lo alto, Hamilton recortaba la ventaja a Rosberg poco a poco en cada vuelta, con lo que se esperaba la gran batalla. Sin embargo en la vuelta 29 y con el inglés a poco más de un segundo, la presión vencía a Rosberg de nuevo, que se saltaba otra vez la primera chicanne, dejando en bandeja la primera plaza a Hamilton que lograría abrir distancia para tener un final tranquilo.

Pelotón desmelenado

Al igual que en Spa, el espectáculo se concentraba en el medio del pelotón, con varios pilotos rodando muy juntos y buscando los adelantamientos. Volvía a llamar la atención la combatividad de Magnussen que no le ponía las cosas fáciles a Bottas, lo que le acabaría costando una nueva sanción. El finlandés, por su parte, hacía gala del ritmo mostrado en los entrenamientos libres, para enlazar adelantamientos y vueltas rápidas, recuperando de nuevo la cuarta plaza. Por su parte Button se enzarzaba en un duelo con Pérez con constantes adelantamientos, que al final se acabaría llevando el mejicano.

Llamaba especialmente la atención Ricciardo, el chico de las oportunidades, rodaba muy desdibujado al inicio por lo que lo apostaba todo a repostar mucho más tarde y apurar al final con las ruedas más frescas. La apuesta se convertía en ganadora, mostrando un ritmo bestial, que le llevaba desde la décima plaza hasta la quinta. Por el camino superaba nuevamente a su teórico jefe de filas, un Vettel cada vez más incómodo con el sonriente australiano.

Ferrari

En Italia Ferrari es mucho más que una escudería, y eso se demuestra con el constante ir y venir de rumores en la carrera de casa. Ante los malos resultados, los tifosi empiezan a mirar al palco, hasta el extremo que se da por hecho que Montezzemolo abandonará al final de la temporada. E incluso algunos emocionan a propios y extraños con el rumor del supuesto retorno de Ross Brawn. Para más inri, Stefano Domenicali era el invitado especial, el italiano no dudaba en repartir sonrisas por el paddock, constatando que sin él todo sigue igual.

Y es que a casi nadie engaña ya la estrategia de rodar vacíos en los entrenamientos libres para lograr buenos tiempos ficticios. La realidad se descubre los sábados, con clasificaciones mediocres y se constata los domingos, si la magia de Alonso no lo remedia. En la carrera de hoy el asturiano abandonaba en la vuelta 29, debido a un problema eléctrico en plena recta de meta y ante el estupor de los tifosi. Hacía casi cuatro años que un monoplaza no dejaba en la estacada a Alonso. Quedaba Raikkonen que entraba en meta en décima posición, acabando noveno por la sanción de cinco segundos a Magnussen.

A menos que se produzca un milagro en las últimas seis carreras de la temporada, las únicas grandes noticias que saldrán de la escudería serán internas. Y es que Mclaren sigue buscando un piloto para domar al poderoso motor Honda…