Hamilton logra la victoria en el Gran Premio de Australia con Sainz noveno

Noveno doblete consecutivo de los pilotos de Mercedes/eurosport.com
Noveno doblete consecutivo de los pilotos de Mercedes. / eurosport.com

El piloto inglés logra la primera victoria de la temporada secundado por su compañero de equipo en una nueva exhibición de la escudería Mercedes en la carrera de Merlbourne.

Hamilton logra la victoria en el Gran Premio de Australia con Sainz noveno

El piloto inglés logra la primera victoria de la temporada secundado por su compañero de equipo en una nueva exhibición de la escudería Mercedes en la carrera de Merlbourne.

Decía Heráclito de Éfeso que en la vida todo fluye, todo cambia y nada permanece y que no podemos bañarnos dos veces en el mismo río, porque habrá cambiado. Por fortuna para Heráclito en la antigua Grecia no había parabólica ni se seguía la fórmula 1, ya que de ser así su teoría habría saltado por los aires. Y es que podría decirse que en este río de la fórmula 1 ya nos hemos bañado muchas veces, quizás demasiadas.

Llegaba la fórmula 1 a Australia en su carrera de debut, con gran interés por saber que había de cierto en los test y hasta donde habíamos visto faroles. La clasificación se encargaba de dejar bien claro que el reino de los Mercedes no es de este mundo, con más de un segundo de diferencia con el tercero. Un Felipe Massa que observa sorprendido que la mejora de los Ferrari va en serio, un cuarto y un quinto que dejaban a Bottas en la sexta plaza, y a Williams pensando que la vida ya no es tan maravillosa. Por detrás Dani Ricciardo mantenía la sonrisa en la carrera de casa, por delante de un sorprendente Sainz que lograba la octava plaza y los Lotus, que ya disfrutan lo que es empujar con un motor Mercedes. Entre los pobres, la tristeza de Merhi al ver como en Manor eran incapaces de hacer arrancar los monoplazas, lo que le dejaba sin opciones de rodar.

La salida

La parrilla de salida de Australia era un fiel reflejo del estado de la fórmula 1 actual, donde la pasión por las carreras parece haber pasado a un segundo plano. Así, además de la ausencia de los Manor por incapacidad técnica para hacerlos funcionar, había que sumar la incomparecencia de Bottas. El finlandés con problemas de espalda tras la clasificación, no podía tomar la salida. Debido a que el reglamento no permite que los pilotos reserva se suban al coche sin haber hecho la clasificación, el Williams nº 77 se quedaba en el box. La vuelta de preparación nos dejaría nuevas sorpresas, Magnussen se quedaba parado tras ver como el motor Honda decía basta, el Red Bull de Kvyat no quería ser menos y también se quedaba parado. Así tan solo 15 monoplazas se detenían ante los semáforos rojos, una imagen que no se veía desde 1963.

Tras apagarse los semáforos comenzaban las hostilidades, con Raikkonen emparejándose a Vettel en la salida lo que le obligaba a frenar en exceso. Por detrás Sainz se quedaba atrapado, golpeándose levemente con el finlandés. La peor parte, sin duda, sería para Maldonado, que en el jaleo sufría un pequeño golpe por detrás del Sauber de Nasr, lo que le mandaba contra las protecciones. Tras 500 metros de carrera, primer safety car de la temporada. El otro Lotus también acabaría la carrera en la primera vuelta, al detenerse en boxes por avería. Con la carrera neutralizada, sorprendía la quinta plaza de Sainz, favorecido por los incidentes de la primera curva. Una posición que duraría poco, y es que el Toro Rosso se mostraba insufriblemente lento para proteger su posición en las rectas, en un par de vueltas caía al octavo lugar.

Carrera sosa

Con la gran superioridad demostrada por los Mercedes y las diferencias establecidas entre todos los pilotos, todo quedaba a la expectativa de lo que sucediese en los repostajes. En una carrera en la que la mayoría de los equipos iban a una única parada, el momento elegido podía ser crucial. Así sería el momento para disputarse la tercera plaza del podium, un duelo entre dos especialistas en desbaratar las mejores oportunidades desde el muro. Y es que en las últimas temporadas tanto Ferrari como Williams han demostrado una incapacidad preocupante para no perder posiciones en los repostajes. Como en el reino de los ciegos el tuerto es el rey, sería Ferrari la que se llevaría el gato al agua, colocando a Vettel por delante de Massa tras el repostaje. En fin, primera carrera y primer trago amargo para Claire Williams.

Peor le irían las cosas a Carlos Sainz, quien rodaba de forma cómoda en la octava plaza y a buen ritmo. Una desastrosa parada en boxes le hacía perder más de medio minuto, debido a una tuerca enganchada. Con ello saldría último a pista, bueno delante del McLaren, pero ese no cuenta. Sin embargo las cosas no habían terminado, en la vuelta siguiente era Verstappen el que entraba al pit, para ver como una vuelta después su monoplaza se paraba en pista. Decíamos que en Ferrari eran los tuertos, y en este caso el ojo malo le tocaba a Raikkonen, que en una innecesaria táctica a dos paradas, salía a pista con una rueda floja tras la segunda detención, abandono y enfado monumental.

Fiesta Mercedes

Con sólo 11 coches en pista los ánimos se templarían de cara al final. Sólo Rosberg parecía mantener la esperanza tratando de poner en apuros a Hamilton. Pero a día de hoy Lewis está sencillamente en otro nivel, con un monoplaza que le va como un anillo al dedo, se encargó de mantener las distancias sin apretar en exceso. Por detrás llegaría Vettel, “cerquita” a 30 segundos, celebrando con un podium su debut en Ferrari, perseguido por Massa, que ya en modo Felipe, empieza a pensar que hay demasiados invitados potenciales a la fiesta Mercedes, perdón podium.

Tras ellos la nada, y después de la nada, pero bastante después, Felipe Nasr, otro debutante que situaba su Sauber en 5ª plaza, a un solo segundo de ser doblado. En un circuito que se hace en 1 minuto y 36 segundos, y se dan 58 vueltas, la cuenta es sencilla. El quinto clasificado, rueda un segundo y medio más lento por vuelta, y eso con la sensación de que los Mercedes no han apretado. Del resto, poco más que decir, han puntuado todos los que han acabado con algo de diginidad, mucho premio para poco mérito. Los últimos, McLaren, rodando a ritmo de Marussia, no puntuaron, pero tampoco lo merecían.

Un despropósito

La carrera de hoy ha resumido el despropósito en el que parece haberse sumido el campeonato, fruto de decisiones ridículas que van contra el espectáculo. El hecho de que sólo 15 monoplazas hayan tomado la salida, es un claro indicativo de que algo se está haciendo rematadamente mal en los despachos. Y es que podrían haber sido tres más, si permitiesen a Williams cubrir la baja de Bottas, y si las escuderías pudiesen tener un coche de reserva montado (como antaño) para alinearlo en caso de averías graves en los principales. De esa manera tanto McLaren como Red Bull podrían haber alineado dos monoplazas en la parrilla. Lo de Manor, casi mejor no esforzarse, resulta inexplicable que trasladen todo el equipamiento para, al final, no poder ni arrancar los monoplazas.

El caso de McLaren empieza a ser humillante, hasta el punto de tener que celebrar como si fuese un gran acontecimiento, que han finalizado la carrera. Rodando a más de tres segundos por vuelta de la cabeza de carrera, y a dos vueltas al final, Button logró llevar el monoplaza hasta la bandera a cuadros. Todo un acontecimiento, ya que es la primera vez que rueda 58 vueltas sin quedarse parado. Para más INRI Magnussen abandonaba con problemas de motor, un motor que de haber quedado inservible, restaría 1 de los cuatro que podrá usar Alonso durante la temporada.

Clasificación Gran Premio de Australia
1º Lewis Hamilton (Mercedes)
2º Nico Rosberg (Mercedes)
3º Sebastian Vettel (Ferrari)
4º Felipe Massa (Williams)
5º Felipe Nasr (Sauber)
6º Daniel Ricciardo (Red Bull)
7º Nico Hulkemberg (Force India)
8º Marcus Ericsson (Sauber)
9º Carlos Sainz (Toro Rosso)
10º Sergio Pérez (Force India)
11º Jenson Button (McLaren)

 

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