No se hagan falsas esperanzas, el Real Madrid terminará otro año en blanco

El partido del Real Madrid en el Camp Nou el miércoles lo tuvo casi todo: llegadas, salidas en corto, desbordes, táctica fija, etc. Jugó bien el equipo de Zinedine Zidane, que hay que decirlo, al César lo que es del César, pero si se puso "casi todo" al principio del texto, es porque al equipo le faltó lo más importante: goles, que sin ellos es imposible ganar nada. Es ya la tercera vez esta temporada que sale el famoso "lo bueno es que el equipo está de vuelta".

Ya pasó contra el París Saint-Germain, contra el Valencia y recién contra el Barcelona. Los tres escenarios más grandes en los que se ha presentado el Real Madrid en lo que va de ejercicio y no ganó en ninguno. Ninguno, así como lo leen.

El estado de forma de jugadores como Thibaut Curtois, Federico Valverde o Karim Benzema es óptimo y han dejado imágenes para las fantasías de la afición, pero no han ganado ninguno de los tres choques de alto voltaje Tarde o temprano, ese "al menos el equipo jugó de maravilla" dejará de ser suficiente. La chamarra no llegará a los pies y aparecerá un equipo que sin jugar bien sí haga goles y sí defina partidos, como hacía antaño este mismo Madrid. Nadie nunca ha ganado nunca un torneo a base de buenas jugadas y malas definiciones frente a la portería rival.

No hay que engañarse, el Real Madrid camina a este paso a otro año en blanco. Será en el mejor de los casos menos doloroso que el pasado, cuando no se pudo salvar ni a la dirigencia, ni a la plantilla, ni a los entrenadores (literalmente hubo dos que no pudieron salvarse de la quema), ni al juego. Pero al final de cuentas, en blanco es en blanco. Sin goles, sin triunfos, no hay paraíso. @mundiario