Guardiola da un golpe sobre la mesa con su fútbol funcional

Pep Guardiola, entrenador del Manchester City. @ChampionsLeague
Pep Guardiola, entrenador del Manchester City. / @ChampionsLeague

El técnico español le ganó el duelo táctico a su colega italiano del Madrid. Fue una exhibición de fútbol con toque, tenencia y asociaciones. Jamás el Madrid se vio tan inferior.

Guardiola da un golpe sobre la mesa con su fútbol funcional

Categóricamente superior. Pep Guardiola (52) le ganó el duelo táctico a Carlo Ancelotti (63) y se sacó el clavo de la eliminación sufrida en la misma instancia el año pasado. Empató en la ida 1-1 y goleó en la vuelta 4-0 para pasarle por encima nada menos que al actual campeón del torneo. ¿Cuál fue la clave? La eficiencia en el juego funcional.

Guardiola es un visionario atrevido. Un entrenador que rompe con lo establecido y se aferra a su idea con uñas y dientes. Con el FC Barcelona se dio a conocer por el tiqui-taca y ahora en el City ha puesto de moda el juego funcional que es la versión avanzada del juego de posesión, fundamentado en la funcionalidad del jugador más allá de la posición que ocupa en la cancha.

En la serie semifinal se aferró a su agresivo esquema táctico de 3-2-4-1 con Stone y Rodri como pivotes, y cuatro creativos por detrás de Erling Haaland. No varió nada entre un partido y otro, se mantuvo firme en su idea y la desarrolló casi a la perfección en casa.

El riesgo defensivo con una propuesta tan agresiva es evidente, así que el equipo se defendió con el balón, asfixió al rival con un agresivo pressing, cortó de forma eficiente los intentos de contragolpe y estuvo muy fino en la recuperación del balón en las segundas pelotas.

El dominio fue total y el Madrid no encontró una reacción, principalmente en lo táctico. Modric y Kroos quedaron atrapados en el huracán celeste de la mitad de la cancha, Valverde estuvo lejos de su mejor versión y ni siquiera el paso de Camavinga del lateral al pivote interno funcionó.

La solución de Ancelotti fue correr a Rodrygo a la zona central de la mitad del campo y dejarle a Marco Asensio el extremo derecho. El juego mejoró en la salida, pero la conexión con el ataque fue nula. Vinícius Jr. nunca recibió al vació y Benzema deambuló sin éxito, nada que reprocharle a ambos, el equipo contrario los convirtió en islas. El equipo blanco quedó en evidencia también por la falta de profundidad en el banquillo y por la condición física, pero todo fue producto del aplastante dominio táctico. @mundiario 

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