Francia tilda de arrogante y displicente a Kylian Mbappé

Francia empieza a perder la paciencia con Kylian Mbappé, quien en menos de un año pasó de ser el niño bonito del mundo tras el Mundial de Rusia a niño malcriado de Francia. Así se refleja en el diario Le Parisien, que este lunes publicó un artículo llamado "Mbappé, ¿cuánto te vas de vacaciones?". El artículo de opinión, escrito por el experimentado periodista Dominique Sévérac, critica muchas de las actitudes que ha adoptado la estrella del PSG desde el verano pasado.

De entrada, critica su pobre rendimiento con les blues, con quienes jugó contra Turquía el fin de semana y perdió hasta 22 balones durante el encuentro, su peor cifra hasta ahora con la selección. "Es un récord que no esperaba ganar. Quizás sea la peor de sus 32 actuaciones, multiplicando las acciones individuales en lugar de las colectivas. Y las acciones que inició bien las echó a perder por egoísmo o falta de lucidez", explica Sévérac, quien también recuerda que en un amistoso previo contra Bolivia ya se le habían visto "algunos síntomas alarmantes".

El periodista también comenta que a Mbappé se le va la atención cada vez más frecuentemente y que eso le ha traído consecuencias con su equipo, como cuando fue expulsado por una patada innecesaria ante el Rennes en la final de Copa de este año. "Ahora sufre la famosa reacción tras el Mundial. A lo largo de la temporada mostró una fiebre inusual traducida en acciones de tarjeta roja contra el Nimes en agosto y recientemente contra el Rennes", escribió.

Pero la diatriba sigue asegurando que anímicamente el jugador simplemente no está mal. ""Por su lenguaje corporal, el rey de Bondy (nombre del barrió de su infancia) sonríe poco últimamente. En el día anterior al entrenamiento (del amistoso de Nantes), parecía más interesado en los tiros a puerta que en los ejercicios físicos, poniendo poca participación y entusiasmo en el calentamiento. Tal vez se saturó", critica.

Sévérac también aduce de que ese cambio se nota cuando falla en algo y lo ejemplifica con las palabras que dedicó recientemente al PSG, cuando dijo que pensaba en marcharse en búsqueda de nuevos retos. "El mal puede estar en otra parte, cuando las cosas no le salen como quiere, se cierra más de lo que se abre. Su asistencia a los premios de la UNFP, en la que pedía más responsabilidad, a menudo se percibía como pretenciosa, mientras que él decía hablar por el bien del club. Acababa de perder la Bota de Oro ante Messi y no está acostumbrado a terminar segundo. No lo digirió. Odia perder y a veces parece un niño que se enfada tras una mala noche", explica.

Debido a eso, cierra su nota asegurando de lo que le puede perjudicar su conducta y de lo que tiene que hacer el seleccionador Didier Deschamps en el próximo partido de los galos. "Algunos ven una falta de humildad. Un pensamiento que a veces se cruza con sus compañeros en la selección. Mañana tal vez le preocupen las rotaciones de Deschamps, ya que no ha sido suplente desde el 26 de junio de 2018". @mundiario