Florentino y Mourinho, estrellas de una nueva versión de “Crónica de una muerte anunciada”

Florentino Pérez tritura entrenadores a más velocidad que se derogan en España leyes de educación. Pero en esta ocasión, Wert presenta la LOMCE antes que el Real Madrid a su nuevo mister.
Florentino y Mourinho, estrellas de una nueva versión de “Crónica de una muerte anunciada”

Real Madrid Santiago Bernabéu Stadium dugout chairs

El banquillo de la discordia / Hugo via Compfight

En estos días hemos asistido a la aprobación de la ley de educación del ministro Wert (la LOMCE), lo que supone la séptima modificación del sistema educativo desde la llegada de la democracia. Pues este dato, que por sí solo es un disparate y demuestra claramente cuál es el problema de la educación en España, que no es otro que la falta de definición de un proyecto pactado que sea capaz de pervivir durante décadas, se queda corto si lo comparamos con el comportamiento que ha tenido Florentino Pérez desde que es presidente del Real Madrid, al haber convertido a este club en una máquina de triturar entrenadores.

El problema del máximo mandatario de la Casa Blanca, al igual que en el tema de la educación en España, es que no ha sido capaz de apostar por una persona que defina un modelo, un estilo y un proyecto al que darle un margen de tiempo prudencial para demostrar que es el correcto. Así, y si seguimos comparando su gestión con los resultados que han tenido las diferentes reformas educativas, podemos hacer una prueba y preguntarle a cualquier chaval de cualquier instituto quienes son el autor y el protagonista del libro Crónica de una muerte anunciada y tendremos un 99,9% de posibilidades de que la respuesta sea Florentino Pérez y Mourinho, respectivamente.

El lunes pasado asistimos al acto final de un folletín por entregas que se ha venido desarrollando durante los tres últimos años, en el que los protagonistas, después de prometerse amor eterno, no fueron capaces de afrontar un puñado de causas externas dirigidas, según ellos, a acabar con su relación, y otras tantas provocadas por el uno y consentidas por el otro, lo que motivó, parafraseando a una de nuestras grandes tonadilleras, que se les acabó el amor de tanto usarlo. 

La comparecencia del presidente del Real Madrid ante los medios de comunicación, convertidos a sus ojos en el representante de Satanás en la sala de prensa, resultó patética, mostrándose como una persona vulnerable, sobrepasada por los acontecimientos y que sólo fue capaz de balbucear como causa de la ruptura de la relación contractual del club con su entrenador la presión así sin más, sin concretar nada, como si estuviese hablando de las ruedas de una bicicleta.

Una vez más el ganador ha sido Mourinho, quien ha conseguido rescindir un contrato que había firmado hace tan solo unos meses y que le ligaba al club blanco hasta el año 2016 sin ninguna penalización, marchándose de rositas, lo que le servirá para llegar gratis al Chelsea para poder exigirle a Abramovich que le abone una prima por el fichaje. En cambio el Real Madrid tendrá que tirar de talonario por tercera ocasión consecutiva y poner más de siete millones de euros para conseguir la libertad de Ancelotti en el PSG, al igual que cuando tuvo que pagar 4,5 millones para fichar a Pellegrini del Villarreal o los 18 para conseguir que el propio Mou abandonase el Inter.

Desde este momento ya podemos apostar por si el próximo inquilino del banquillo del Bernabéu durará más en su puesto que la ley Wert en ser derogada por su sucesor en el Ministerio de Educación o si, por el contrario, el propio ministro Wert, reconocido madridista y también máximo responsable del deporte español, tomará cartas en el asunto y se encargará de nombrar al entrenador del Real Madrid por decreto-ley.

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