Finales de la NBA: Los Warriors tocan el cielo gracias al implacable Curry

Stephen Curry en plena celebración de los Warriors por la obtención del campeonato. / @nbaspain
Stephen Curry en plena celebración de los Warriors por la obtención del campeonato. / @nbaspain
Victoria del quinteto californiano que vuelve a imponerse en unas finales cuatro años después. Curry obtiene su primer premio al Jugador Más Valioso en estas contiendas. 
Finales de la NBA: Los Warriors tocan el cielo gracias al implacable Curry

Los Golden State Warriors eran los favoritos para sumar un nuevo título en su palmarés, pero los Boston Celtics no se la pusieron nada fácil, y aunque las finales de la NBA en esta ocasión llegaron hasta el sexto partido, la realidad es que ambos equipos dieron una batalla digna para ser contada durante varios años. Se hablará de que Stephen Curry es un ser humano con dotes extraterrestres que es capaz de jugar el mejor partido de su vida, caer hasta lo más bajo y volverse a levantar para guiar a los suyos hasta el campeonato. El TD Garden presenció un duelo de titanes, que terminó 103-90. 

Curry y los suyos no le dieron oportunidad alguna a los dueños de casa. Fueron superiores de principio a fin, gracias a un planteamiento agresivo que propuso Steve Kerr para que en los últimos minutos del primer cuarto sirvieran para consolidar su dominio en la cancha. El base oriundo de Akron, se exhibió a pesar de los gritos de los aficionados verdes, que intentaron aplacar el temple del base y también guiar a los suyos a una reacción que nunca llegó. 

La actuación del 30 de los californianos fue sencillamente brutal. 34 puntos, 7 asistencias, 7 rebotes, sin olvidar que anotó 6 triples y estuvo perfecto en los tiros libres. Sus casi cuarenta minutos de acción, fueron una exhibición de ofensiva, defensiva y liderazgo digno de enmarcar, amparándose en un invitado que pocos pensaban que iba a atraer los focos hacia él.

Stephen Curry ejecutando un tiro de tres puntos. / @nbaspain
Stephen Curry ejecutando un tiro de tres puntos. / @nbaspain

Jordan Poole anotó 15 puntos en menos de veinte minutos. Ayudó mucho en ambos sectores y fue una bocanada de oxígeno para que el resto de sus compañeros titulares pudieran dosificar esfuerzos. Dos triples suyos en el segundo cuarto provocaron la caída sin frenos de los Celtics, que fueron maniatados a pesar de que Ime Udoka buscó darle vuelta a la situación, creando circuitos ofensivos que le permitieran a Jayson Tatum y a Jaylen Brown demostrar lo buenos que son. 

Boston se puso a 8 puntos gracias a la puntería gracias al buen quehacer de su dupla, pero no fue suficiente. Brown logró 34 puntos que fueron insuficientes, para responder con contundencia a cada uno de los golpes que recibían de Curry, Wiggins y Poole, muy bien escoltados con un soberbio Draymond Green que se adueñó de la pintura para totalizar 12 rebotes y agregar 8 asistencias y 12 puntos.

Nada que hacer: Los Warriors estaban intratables

La pizarra del Garden era el fiel reflejo del poderío californiano. 54-39 en el descanso y con los Celtics cruzando los dedos para que ocurriera un milagro, pero eso no existe cuando está Curry y los Warriors en estado de gracia.

A pesar de quitar el pie del acelerador, cuando el partido estaba con 20 puntos de ventaja a su favor lo máximo que consiguieron los locales es llegar al último cuarto con once puntos menos que su rival. Con el marcador 76-65 empezó el parcial definitivo, con un intercambio de canastas que tuvo su punto más alto cuando una canasta más falta de Grant Williams puso a vibrar a los suyos.

Sin embargo Curry apareció para borrar la ilusión de una posible remontada. Siete puntos en dos minutos, más Green y Wiggins haciendo de las suyas sentenciaron a los Celtics. Ganaron los Warriors que suman su séptimo título en la historia de la NBA, para colocarse en el podio de los máximos campeones por detrás de su rival de estas finales y Los Angeles Lakers con 17 cada uno. 

Un dato curioso, es que por primera vez Stephen Curry se alzó con el premio al Jugador Más Valioso de estas contiendas.  Andre Iguodala (20-14 -2015) y Kevin Durant (2016- 2017 y 2017-2018) lo lograron en sus últimos lauros. Dios salve a los Golden State Warriors, los nuevos campeones de la NBA. @mundiario

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