Al fin, Víctor Fernández pone a Juan Domínguez en su sitio: el banquillo

Juan Domínguez.
Juan Domínguez.

Tardó en darse cuenta pero al final se impuso el sentido común. Juan Domínguez no está para jugar en Primera y si hay presión por su renovación, un entrenador hace bien en eludirla.

Al fin, Víctor Fernández pone a Juan Domínguez en su sitio: el banquillo

Tardó en darse cuenta pero al final se impuso el sentido común. Juan Domínguez no está para jugar en Primera y si hay presión por su renovación, un entrenador hace bien en eludirla.

En Segunda División, Juan Domínguez iba a ser el sustituto de Valerón y fracasó en el empeño. Por eso pasó a jugar más retrasado, de la mano de Fernando Vázquez. Parece ser que le incomoda recibir de espaldas. Ahora, en Primera, Víctor Fernández quiso darle bola y retrasó aún más su posición, pero ni con esas juega cómodo. Por eso mismo, al fin, Víctor Fernández puso a Juan Domínguez en su sitio: el banquillo. Ante el Rayo fue una caricatura de sí mismo: ni atacó ni defendió. Sobró. Por eso acabó entrando Bergantiños, que al menos puso orden en su zona.

Víctor Fernández tardó en darse cuenta pero al final se impuso el sentido común. Juan Domínguez no está para jugar en Primera y si hay presión por su renovación, un entrenador hace bien en eludirla. Si el chaval tiene talento como algunos dicen -carácter desde luego no tiene-  debe saber aflorarlo. Cuando lo haga, que juegue. Nadie le desea ningún mal, pero debe echarle lo que no le echa.

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