La farsa de Karim Benzema, el mito del "9" con alma de "10"

Karim Benzema, futbolista. / @realmadrid
Karim Benzema, delantero del Real Madrid. / @realmadrid

El jugador francés ha vuelto a poner en evidencia que no es un generador de juego como se le celebra y muchos siguen cayendo en su trampa.

La farsa de Karim Benzema, el mito del "9" con alma de "10"

De la noche a la mañana parece haberse levantado decidido a lavarse la cara él y lavarle la cara a sus compañeros. Sufre un súbito ataque de goleador y líder al punto que los últimos ocho goles de su equipo han sido obra suya y de paso ha dejado exhibiciones de jefe y calidad en todos los campos que ha jugado en el último mes. Karim Benzema atraviesa el momento más brillante de su año particular, y probablemente también el de su trayectoria en el Real Madrid. Tan así es su estado de forma que de verdad cuesta encontrarle más de un defecto. Eso sí, ese defecto es grande: ya nada de lo que haga sirve de -casi-nada.

El delantero francés está en un estado de gracia que no se le recuerda en sus prácticamente 10 años en el Santiago Bernabéu. El problema es que el Real Madrid ya no compite por ningún título. Parece que a Benzema le llegó el chisme de que Zinedine Zidane iba enserio con eso de rearmar el equipo para la temporada entrante y decidió ponerse las pilas para tener su continuidad garantizada. Pero lo más preocupante es que muchos han caído en esta farsa.

Usualmente se dice que un equipo se compone de 11 jugadores y que los 11 deben jalar parejo, que es injusto ponerle toda la responsabilidad a un solo hombre y tienen razón. El problema es que Benzema ha decidido engañar a todos acarreando sobre sus hombros al Real Madrid en el último trayecto de la temporada tras haberse desaparecido en los partidos importantes, que si ahora es mérito suyo que el equipo vaya bien también debe serlo que el equipo se haya caído de todas las competiciones en una sola semana en la que el francés no se dignó a aparecer.

Lo suyo es realmente cínico y cíclico. Contra equipos chicos o partidos intrascendentes corre, asiste, golea y suma estadísticas. Luego, no obstante, llegan los partidos de alto voltaje y equipos de peso y el galo se pasea por el campo sin dejar nada pare el recuerdo y es ahí cuando sus defensores insisten en que él "hace jugar a los demás y hace cosas que no se ven", claro porque lo que se ve lo hace contra equipos que se lo permiten. ¿Dónde están los goles que debió haberle hecho al Ajax o al Barcelona? Pues se los han comido indefensos como el Valladolid o el Celta de Vigo. Sus mejores momentos fueron contra el Girona, Espanyol y algún equipo del desierto asiático en el Mundial de Clubes, siempre equipos de rango inferior, pero cuando se tiene que demostrar que se es un auténtico líder, a Benzema le da por dejar de aportar cosas sustanciales y elije "asociarse y hacer jugar a sus compañeros". 10 años, nada menos, 10 años lleva con esa farsa y ahora ha aprovechado el pésimo año del Real Madrid para hacer de esa farsa su virtud.

Lamentablemente para todos que gustan de buenos delanteros (hay tantos que sí se asocian y encima de todo hacen goles, no se lo digan, como Harry Kane, Luka Jovic, Luis Suárez, Mario Mandzukic, etc.) Benzema ha garantizado con su frivolidad y descaro su puesto en el equipo el siguiente año. Zidane volverá a construir a su equipo en torno a él, quien tiene la suerte de que nunca dejarán de existir equipos chicos con los que pueda redimirse cada vez que sea dejado en evidencia. Por si los madridistas pensaban que su ciclo iba a llegar a su fin junto con los de otros como Gareth Bale, pues el gato ha encontrado una nueva vida comiendo ratones bebés. @mundiario

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