Exhibición de Zidane en casa afianzando al Real Madrid tercero de la Liga de dos
Se repite la historia del mejor entrenador del mundo que acaba siendo el mejor enterrador del mundo. El nuevo hombre de negro es Zinedine Zidane.
Hace una vuelta exactamente, titulé 'Thriller' mi crónica sobre el Atlético de Madrid - Real Madrid para describir el terrorífico partido disputado en el Calderón que acabó siendo protagonizado, como el famoso videoclip, por Jackson. De no ser porque el futbolista colombiano se ha ido de gira por China y el equipo de Chamartín ha cambiado de entrenador, podría simplemente copiarla y pegarla.
Hastío no, lo siguiente, es lo que hemos vivido hoy en lo que parece ser una lucha encarnizada por ser terceros (o incluso cuartos) de la Liga de dos. A Tebas, que consideró que la desventaja del Real Madrid de un punto en la clasificación debía ser compensada con un horario mezquino en contra de los rojiblancos - que habían jugado solo 58 horas antes en Holanda -, le salió el tiro por la culata. No fue una sorpresa que el primer tiempo finalizara sin tiros a puerta.
La incapacidad del mejor entrenador de la historia del Real Madrid en 180 minutos de encontrar sustituto a un Benzema tocado - y no solo del ala - y el estado de forma de Fernando Torres - que está para partido de homenaje - humedecía sustancialmente la pólvora de ambos equipos: la del Madrid, con un Ronaldo que dio otra exhibición de escapismo y que mantiene a cero su casillero de goles frente a equipos decentes; y la del Atleti, si es que tiene alguna.
En un cambio de delantero por delantero, que solo un maestro podría haber pensado, Zizou dio entrada a Borja Mayoral en lugar del jugador que había alineado lesionado todo el primer tiempo. Y tuvo que ser la defensa la que rompiera la igualdad del partido: la del Atleti, y la del Madrid: Filipe Luis - que hace un par de días dijo que el Atleti había renunciado a la Liga y hoy ha hecho renunciar definitivamente a sus vecinos de la Castellana- subió por la banda izquierda arrastrando involuntariamente a Varane hasta la línea de fondo y dejando a Griezzman libre de marca para empujar el 0-1. Vamos ya por el sexto año de crecimiento del central del futuro, del mismo que en todo ese tiempo no llega al centenar de partidos en Liga con el Real Madrid. Temible pareja la del francés y Sergio Ramos.
Parecía que estaba todo acabado, cuando de repente se le encendió la bombilla al entrenador argelino, que decidió poner en juego para solventar la situación al ex-perico Lucas Vázquez, que sustituyó a un James que no está para psicólogo sino para nutricionista, confirmando que sí, que todo estaba acabado: el partido, la Liga, Ramos, Cristiano, y si me apuran el ciclo de Zidane como entrenador del Real Madrid, que redondeó su gloriosa actuación colocando a Jesé en el campo.
Epílogo protagonizado por cuatro locuelos gritando 'Florentino dimisión' silenciados hoy bajo las notas del himno y mañana nublados bajo una densa humareda cavernaria. @SirDanielC
