El Espanyol hace honor a su eslogan tras encajar un doblete de Munir: #MaravillosaMUNIRía

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Munir celebra su segundo gol ante el Espanyol. / RRSS

Munir hace grande a la agencia de marketing del Espanyol que predijo la importancia del jugador hispano-marroquí en el partido de vuelta de la eliminatoria. #MaravillosaMUNIRía.

El Espanyol hace honor a su eslogan tras encajar un doblete de Munir: #MaravillosaMUNIRía

Tercer derbi de Barcelona consecutivo, esta vez para definir el pase a la siguiente ronda de la Copa del Rey. El Barcelona que partía con ventaja de 4-1 tras el partido de ida disputado en el Camp Nou, dominó con facilidad e incluso Luis Enrique tuvo la posibilidad de sentar a Neymar, Piqué e Iniesta. El Comité de Competición le ahorró el trabajo de sentar a Suárez tras la sanción de dos partidos tras unos supuestos gritos ofensivos en el vestuario contra los tipos que intentaron partirle las piernas a él y a sus compañeros una y otra vez durante el partido. 

Pese a la ayuditas de despacho, la única posibilidad de remontar de los pericos en un Cornellá ni siquiera a mitad de capacidad cuya afición se comportó de manera ejemplar, era que el Barcelona se convirtiese en el Real Madrid, y el Real Madrid en el Espanyol. Las pancartas de "Shakira es de todos" y la de "Pau, tu pie nos muestra el camino", y los cánticos que pedían que los once del Barcelona salieran en camilla fueron eso, un ejemplo de la calaña que hospedan las gradas del estadio blanquiazul. Una afición de segunda, como su equipo, más digna del Congreso de los Diputados que de un campo de fútbol.

Y comenzó un partido en el que los españolistas, carentes de posibilidad alguna de remontar se dedicaron a intentar rematar las piernas de los jugadores culés, que ya venían tocadas de la ida. Alvaro -hasta en tres ocasiones- y Caicerdo con descaro, fracasaron en su intención de lesionar a Messi y Ter Stegen, aunque dejarán un par de cicatrices en el intento. Jordán y Salva Sevilla se unieron al festival de golpes permitido por un colegiado modelo Mateu, nombrado ad hoc por el Comité de Designaciones Arbitrales. Los cuatro acabaron el partido.

Salió el Espanyol con una dura presión arriba de la que el Barcelona no pudo salir hasta que Messi, el cinco veces inmerecido Balón de Oro, filtró un pase para Munir, que daba aún más sentido a la campaña de marketing blanquiazul. Esa "maravillosa minoría" volvió a hacer honor al slogan convirtiéndose en el único equipo al que Munir le hace un gol. A partir de ahí, el Barcelona se limitó a tocar y esconder hasta que el árbitro pitó el final del primer tiempo tras una parada de Ter Stegen a un tiro de Caicerdo, que con el balón no es tan bueno como con el antebrazo.

Más de lo mismo en el segundo tiempo, el Barcelona tocaba, el Espanyol rascaba y Caicerdo fallaba. Y fallaba, y fallaba. Lo más interesante de nuevo, la creatividad de la grada de la que estamos seguros que nadie ha tomado nota. Hasta que otra vez Munir anotó tras asistencia de un buen Aleix Vidal el segundo en su cuenta particular sellando la eliminatoria de manera feliz para el fútbol y horrible para el Real Madrid, que se queda sin representantes en la Copa del Rey. Hoy más que nunca los periquitos podrán decir que son una #MaravillosaMUNIRía. Esperemos que, al menos hoy, no sancionen a Suárez. @SirDanielC
 

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