Los errores del Deportivo no justifican las actuaciones de Tebas desde LaLiga

Javier Tebas y Ana Botín. / Mundiario
Javier Tebas y Ana Botín. / Mundiario
El presidente de LaLiga se ha convertido en un perseguidor implacable del equipo coruñés, que debe llegar hasta el final en la defensa de sus intereses.
Los errores del Deportivo no justifican las actuaciones de Tebas desde LaLiga

Hace años, el Deportivo de La Coruña alcanzó las cimas de la gloria y obsequió a su vieja afición con la exquisitez futbolística mientras animaba la vida social y económica de la ciudad. 

Después llegó la crisis económica, varias travesías por el desierto de los malos resultados, pérdidas de categoría… y ahora entró en barrena con el –posible– descenso a los infiernos de la Segunda B que sume a la ciudad, siempre vitalista y alegre, en una profunda depresión deportiva. 

Los “diestros y aventajados atletas” que se esperaba fuera la plantilla blanquiazul acabaron siendo una suma improductiva de jugadores de aquí y de allá, desorientados y  sin compromiso con el club. A ese grupo de “jugadores, apáticos y sin espíritu competitivo, hay que añadir los muchos errores que han cometido dirigentes y técnicos en la conducción de la sociedad y del equipo de fútbol. Ese cúmulo de errores explica que el Dépor sea un equipo devaluado que deportivamente está donde está por méritos propios. 

Pero esta realidad no impide condenar el procedimiento de los mandatarios de la Liga Nacional de Fútbol Profesional (LNFP), la patronal que gobierna el proceloso mundo del fútbol. Primero ocultó de forma deliberada los positivos del Fuenlabrada al que “obligó” a viajar a A Coruña con media expedición contagiada por la Covid-19 quebrantando las normas sanitarias y causando un riesgo grave para la población y serios perjuicios para la imagen de la ciudad. El episodio de la “detención” de Alex Bergantiños es incomprensible e intolerable, supera la capacidad de tolerancia de las personas más sosegadas. ¿Quién ordenó llevar a comisaría al veterano capitán blanquiazul, un modelo de comportamiento deportivo?    

Después vulneró las reglas de la última jornada y desencadenó una “adulteración sin precedentes” de la competición, según el juez instructor del expediente abierto por la Federación Española de Fútbol (FEF) al Fuenlabrada. Javier Tebas, presidente de esa entidad, es un personaje curioso obstinado con el Dépor y su perseguidor implacable  para ocultar sus errores y defender sus relaciones familiares con el Fuenlabrada. En su vocabulario no existe la palabra dimitir, que es lo que debería hacer después de montar este desaguisado lleno de desaciertos, prejuicios y parcialidad.  

No sé cómo acabará el contencioso que se libra en los comités deportivos. El Dépor debe llegar hasta el final por dignidad, para no ser vilipendiado por unos dirigentes que se creen dueños del fútbol y actúan muchas veces al margen de los códigos democráticos. 

Pero en esta lucha el Dépor ya constató que está solo, sin apoyo de las fuerzas vivas de su ciudad –salvo la alcaldesa que tuvo una actuación modélica–, ni de los dos equipos gallegos más representativos, Celta y Lugo, que se alinean con el establishment.

Fue contundente el presidente del Lugo afirmando que “el Fuenlabrada “no incumplió en ningún momento el protocolo de la Liga” y elogiando “la gran labor realizada por Javier Tebas que no puede oscurecer este caso”. Después recurrió a la ironía mordaz y cruel para hacer leña del árbol caído hurgando en la herida del equipo coruñés. Fue más comedido el presidente del Celta aunque tampoco ve injusticia contra el Dépor y no regateó elogios a la labor de Tebas al frente de la LNFP. 

Allá ellos, pero si leen el dictamen del juez instructor de la FEF puede que cambien de opinión sobre la gestión de Tebas y los incumplimientos del Fuenlabrada. En todo caso, el gran Alfredo Di Stéfano les recordaría que “entre bomberos no se pisa la manguera”. La solidaridad deportiva se apoya en el principio “hoy por ti, mañana por mi”. También en Galicia.  

Dicho todo esto, en la vida de las sociedades, como en la historia de los pueblos, un año es un período de tiempo insignificante y el Dépor comienza una nueva etapa. Debe aprender de errores pasados, planificar con rigor el futuro para recuperar el crédito deportivo y la categoría y dinamizar la vida deportiva y económica de A Coruña. Y para volver a ilusionar a su fiel afición de la ciudad y dispersa por Galicia. @mundiario

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