El Deportivo evidencia que precisa un borrón y cuenta nueva si quiere seguir en Primera
Sin dirección deportiva, con un entrenador del filial, sin portero, sin un central de categoría, sin nadie que mande en el centro del campo y solo con el talento de Adrián en punta es evidente que procede una catarsis.
Ante el Real Madrid (7-1), el Deportivo de La Coruña ha vuelto a evidenciar que precisa un borrón y cuenta nueva si quiere seguir en Primera División. Su destino está en manos de su presidente, Tino Fernández.
Sin dirección deportiva, con un entrenador del filial, sin portero, sin un central de categoría, sin nadie que mande en el centro del campo y solo con el talento de Adrián en punta es evidente que en el Dépor procede una catarsis, a modo de efecto purificador y liberador, como sucedía entre los antiguos griegos.
Esta vez el Deportivo cayó en el Santiago Bernabéu con auténtico estrépito. Pese a adelantarse con un gol del talentoso Adrián y de defenderse como gato panza arriba, una desastrosa segunda parte condenó a los blanquiazules a un resultado humillante con dobletes de Cristiano, Nacho y Bale, y un gol añadido de Modric.
Se puede engañar a todo el mundo algún tiempo… se puede engañar a algunos todo el tiempo… pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo
Está todo dicho. Y no hay nada nuevo: en MUNDIARIO ya lo advertimos –en solitario, por cierto– al comienzo de la Liga. El actual Deportivo de La Coruña no está preparado para competir en Primera División y precisa un cambio radical, a modo de refundación. Todo lo demás, a estas alturas, son anécdotas.
Este periódico demostró con hechos que todas sus advertencias sobre el Deportivo de La Coruña desde el comienzo de la Liga tenían fundamento. Ahora, ya iniciada la segunda vuelta, los resultados del fracaso anunciado están a la vista.
Andrés Ríos, director del diario deportivo DXT, resume así la situación en Twitter: "Llevo muchos años siguiendo al Dépor y nunca vi a un equipo tan malo como el actual. No necesitamos fichar uno o dos, yo ficharía una plantilla entera".
La táctica del engaño ha fracasado. Ya lo dijo el presidente Abraham Lincoln hace mucho tiempo: "Se puede engañar a todo el mundo algún tiempo… se puede engañar a algunos todo el tiempo… pero no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo". @mundiario
