Griezmann sale al paso de Arechabaleta y no quiere saber nada del Athletic

La posible bomba del verano en el mercado particular del Athletic Club de Bilbao ha sido desactivada. Antoine Griezmann no jugará en San Mamés aunque Iñaki Arechabaleta consiga imponerse en las próximas elecciones del club. El candidato tenía entre sus bazas electorales al extremo francés con pasado en la Real Sociedad, que conjuntamente con el entrenador argentino, Marcelo Bielsa, se convertirían en los pilares del proyecto deportivo del conocido ejecutivo del conocido grupo Vocento, quien paralelamente ha seguido perfilando su plan de trabajo con otros nombres, como Jon Mocayola (Osasuna) y Hugo Guillamón (Valencia).
El galo le dio un me gusta a una publicación en Twitter, en el que asegura que la escudra txrui urdin es "de los más queridos" por el de Maco y que "nunca va a jugar en el Athletic". Sin decir nada oficial dejó claro que la opción de jugar en el Nuevo San Mamés como local nunca estuvo entre sus planes, no solo el cariño y respeto que siente por los colores de la Real Sociedad, club donde se formó, también se da la circunstancia que quizás prefiere quedarse en el Metropolitano, guiado por el entrenador que mejor rendimiento ha sacado de él.
Después de una temporada irregular tanto en LaLiga como en la Champions League, Antoine Griezmann quiere centrarse en recuperar su mejor forma y de paso llegar en un estado más que óptimo, al Mundial de Qatar 2022, pero entiende que para conseguirlo tiene que seguir jugando en el Atlético de Madrid,
Hay ‘likes’ que lo dicen todo… 🙊 pic.twitter.com/CEO6yskxwD
— Relevo (@relevo) June 17, 2022
De más a menos
Griezmann de 31 años, tan solo anotó 8 goles en la recién culminada campaña, unos números que están a años luz de sus mejores momentos en la plantilla rojiblanca, que le sirvieron para ser uno de los mejores futbolistas del mundo entre los años 2014 y 2019, logrando sendos terceros puestos en la votación por el Balón de Oro (2016 y 2018).
Sin embargo todo cambió cuando aceptó la propuesta de Josep Bartomeu, para jugar en el FC Barcelona. A partir de ese momento comenzó el declive de El Principito, que no brilló nunca a la sombra de Lionel Messi. Su falta de adaptación al sistema de juego blaugrana y la poca paciencia que tuvo la parroquia culé con él hicieron el resto.
Ahora se encuentra en su segundo año de cesión, una temporada importante para él porque el Atlético tiene que ejercer la compra siempre y cuando juegue 45 minutos en el 50% de los partidos en los que esté disponible. Si eso ocurre, los colchoneros deberán abonar 40 millones de euros a las arcas de la institución blaugrana. @mundiario